Tras superar la segunda serie de partidos de la fase final de la Copa del Mundo, hay que pararse a mirar si realmente todo lo que hemos visto debe asumirse como u, si por el contrario, hay que pararse a mirar y tener en cuenta si lo visto en ciertos casos es solamente un espejísmo de lo que ocurrirá.

Solemos oír a menudo que no hay que juzgar un hecho por su apariencia, que hay que ver más allá de lo que realmente puede parecer a simple vista y este Mundial de China está dando mucho de sí en este aspecto. Con los 32 equipos habiendo superado el ecuador de la fase inicial del evento, hemos tenido ejemplos de todo tipo para afirmarlo y desmentirlo.
Con esto podríamos ya preguntar si selecciones como Filipinas, Irán, Jordania, Nigeria, Canadá, Corea del Sur, Alemania, Angola o Japón son tan malas selecciones como podría suponerse por sus resultados. La respuesta varía dependiendo del caso:
Empezando por casos como Filipinas,Corea del Sur, Jordania o Irán, que forman parte de la élite a nivel asiático, no son capaces de mantener su nivel en grandes citas mundialista, donde Andray Blatche, Jaymar Pérez,Gun Ra (Ricardo Ratacliffe), Daesung Lee, Ahmat (Duverioglu) Al Dwari,Dan Tucker, Hammad El Haddadi o Aaron Germipoor no bastan para hacer frente a desafíos más fuertes, a desafíos intercontinentales, donde los equipos de esta confederación nunca han sido capaces de dar la talla y, salvo en el caso de Irán (que salvo por el error contra Puerto Rico aún tendría opciones de pasar de ronda), ninguno merece estar más allá de esa última posición en su grupo.
A Nigeria y a Japón les ha pasado factura la edad. Y no porque sean equipos especialmente envejecidos (27 y 28 años respectivamente) sino debido a que sus grandes jugadores de futuro aún no han entendido los mecanismos de este tipo de torneos. Josh Okogie o Jordan Nwora para ‘Las Águilas’ y Juta Watanabe o Rui Hachimura para el equipo del país nipón aún necesitan años de curtirse en esta clase de eventos para poder dar ese paso adelante que sus países necesitan. Dentro de cinco años (con los asiáticos organizando la próxima cita olímpica para seguir aprendiendo) tal vez estemos hablando de dos de las selecciones candidatas a lograr cosas grandes en este deporte.
Alemania y Angola han actuado como un grupo de jugadores, sin una referencia nata que diese cordura, lo cuál ha provocado que se queden sin opciones de clasificarse para la siguiente fase sin haber llegado tan siquiera a la última jornada. Carlos Morais, Eduardo Mingas o Reggie Moore (entre otros componentes del equipo) siendo cuatro veteranazos en esta clase de evento y Denis Schröder, Daniel Theis, Robin Benzing o Johannes Voigtamnn (teóricos líderes del equipo teutón) no han sido capaces de ser elementos referenciales para sus equipos. Unos con abultadas derrotas (ante rivales complicados) y otros sin acabar de completar la jugada (ya fuera sin rematar tras una gran remontada o por no saber gestionar las posesiones finales) se marchan del campeonato a la espera de mantener su honor ganando en la última jornada.
Capítulo a parte merecen Montenegro,Canadá, Costa de Marfil y Senegal.
Los balcánicos, siendo el país más pequeño en disputar un fase final mundialista, se ha visto superado por una enorme Grecia (teórica favorita a pesar de todo) y del mal arbitraje de esta jornada en su partido contra Nueva Zelanda (expulsión del seleccionador Zvezdan Mitrovic incluida), además de la irregularidad en el juego de su mejor anotador,Nikola Vucevic, jugador de los Orlando Magic de la NBA (donde ha sido All-Star este año) que no ha sido esa pieza clave en los momentos importantes de un partido que podría haber ganado su equipo con algo más de ímpetu por su parte.
Canadá, con hasta 16 bajas durante la preseleeción y con un equipo de circusntancias, ha peleado todo y cada uno de los partidos que ha disputado durante aproximadamente 30 minutos, pero no ha sido suficiente para plantar cara en el denominado ‘Grupo de la Muerte’ del torneo que se ha quedado cojo ante la falta de competitividad de un equipo del que cuesta recordar su última victoria en un Mundial.
Costa de Marfil y Senegal se han visto superado por los dos equipos que a priori deberían pasar la fase de grupos en sus, sin poder hacer nada más que sacar su mejores bazas para tratar de perder por el menor marcador posible. Realizando acciones destacables para mantener sin éxito sus opciones de mantenerse en competición
Pero sin duda alguna, hay que tener en cuenta los cuatro grandes partidos donde 8 selecciones se juegan ganar o irse a casa a las primeras: La anfitriona China, Turquía, Grecia y Túnez se juegan el todo por el todo contra Venezuela, República Checa, Nueva Zelanda o Puerto Rico tras habérselo ganado durante las dos primeras jornadas (como venezolanos, los checos, los neozelandeses y ambos equipos del grupo de España) y otros tras haber jugado con fuego más de lo debido (como los chinos, turcos y griegos; que tuvieron en su mano ganar a Polonia, Estados Unidos y Brasil respectivamente).
Nada de sorprendente hay ante la clasificación impoluta de Lituania, Australia, Serbia, Italia, España (dejando abultados marcadores por el camino), Rusia, Argentina, Francia y Estados Unidos (con partidos igualados hasta los últimos segundos en algunos casos). Más sorprende ver a Brasil sobretodo, a Polonia (como primera del grupo de China) o la República Dominicana (dejando fuera a la histórica Alemania) clasificarse con tanta comodidad en grupos donde tenían de ser segundas o sin opciones de entrar vayan a pelear por seguir en pie en la segunda fase con tanta fuerza moral tras los últimos partidos.
Esto nos demuestra que nunca hay que fiarse de alguien por ser viejo (como Brasil, con hasta cinco jugadores de más de 35 años de edad), bajito (República Dominicana es el equipo con menos estatura del campeonato y el tercero con más edad, con 1’94 y 30 años respectivamente), por no ser los de antes (Rusia, Argentina o Estados Unidos no presentan a sus mejores plantillas de la última década pero siguen compitiendo) o por parecer poco preparados para la ocasión (República Dominicana sin todo los grandes nombres y Polonia avanzando a la segunda ronda en su primera aparición mundialista son ejemplo de ellos).
Aunque tal vez si que haya que fijarse en los más altos (Serbia y sus 2’06 de media), en los grandes nombres (Marc Gasol en España, Domantas Sabonis en Lituania o Rudy Gobert en Francia) y en los que siempre acaban reaccionando cuando se les llama (como Joe Ingles o Patty Mills en Australia y Danilo Gallinari o Gigi Datome) por que son un valor seguro, porque a veces nada es lo que parece hasta que lo es.