Terminada la fase de grupo toca fijarnos en quién ha cumplido con las expectativas, quién no y si alguien ha dado la sorpresa en esta fase de grupos, donde se ha podido comprobar que todos aquellos que merecían pasar de ronda lo han hecho. Ahora, les toca seguir jugando para convencer de que están a la altura de las circunstancias.

Decía Julio Iglesias en una de sus míticas canciones que «al final, las obras quedan y las gentes se van; otros que vienen las continuarán, la vida sigue igual». Y tal vez por eso en esta fase de grupos visto una continuación natural de algunos de los logros conseguidos por ciertas selecciones que por «ese amor a flor de piel» siguen tratando de buscar más éxitos.
Cuando a Estados Unidos la dabamos por tocada (y tal vez hundida), apareció la continuación «de aquellas cosas que llevan haciendo toda una vida» en forma de un imperial Jayson Tatum que parecía representar un » Hey no vayaís presumiendo por ahí podeís estar sin mi» cuando más falta le hacía al equipo de Gregg Popovich un referente en momentos clave, a pesar de que Kemba Walker esté siendo el líder en anotación y en la dirección del juego, aunque su joven compañero en los Celtics le pueda recordar aquello de «hey, ya se que a tí te gusta presumir,(y) decir a los amigos que sin tí ya no puedo vivir» cuando tal vez sea al contrario.
Cuando a Turquía la dabamos como una de las agradables vueltas a los grandes torneos intercontinentales, de repente les toca recordarse a si mismos «que siempre hay» porque «sufrir a» que «amar» para centrarse en obtener una plaza para el preolímpico y olvidarse de que el país les recuerda que saben «mejor que nadie» la oportunidad fallada toca seguir.
Los que pueden celebrar «esas pequeñas cosas que van haciendo toda una vida, por esos detalles» tan suyos, como los que tienen República Checa y una inmaculada Polonia (3-0 contra pronóstico en el grupo de China). Esos detalles llamados éxitos en categorías inferiores (Plata para los polacos en el Mundial sub 17 de 2010 o la plata checa en el europeo sub17 en 2008), los Gortat y (prácticamente ya) Vesely que dejaron una selección sin tanta gloria, dejan a los venidos Ponitka y Satoransky (entre otros) con ese «amor fiel» al equipo nacional y por buscar no ser parte de un hecho «que sin darnos cuenta en un momento se nos olvida», pasando a los archivos sin más pena que gloria.
Y para que «la vida siga igual» se ‘va’ Alemania. La excepción que confirma la regla entre los centroeuropeos mundialistas, como siempre, pero esta vez a la inversa, sin opciones de ser olímpica (salvo sorpresa) mucho tendrán que cambiar las cosas para que los teutones dejen de pensar a quién echarle «la culpa»
Los países asiáticos, que ya tuvieron su momento y arrepintiéndose «de cosas que supieron valorar»y ya «sueñan con volver» a tener una oportunidad (como la que desaprovechó hasta la propia anfitriona, con un equipo sin mucho nombre pero con todo a favor, siendo uno de los grandes acontecimientos de la competición por su incapacidad para clasificarse), esa que después de tantos años han dejado que otros aprovechen.
Puerto Rico, República Domincana y Venezuela se unen a los ya habituales representantes americanos (que Brasil, Argentina y USA sean todo primeros de grupo también es sorpresivo) para ser el continente con (prácticamente la mitad) más representantes en esta fase (6/16). «Y porque hay veces que mejor ser querido y no poder sentir» la pasión con la que estas selecciones están viviendo este hecho histórico (porque no todo en estos países es tan maravilloso como lo que hacen sus compatriotas en la pista).
África, «ese silencio eterno con el que entonas todas mis iras», ese continente por el cuál se han podio suscitar tantas críticas veladas en redes sociales o en mensajes privados por el bajo rendimiento de sus acciones en este Mundial, siendo prueba de ello que estando todos en la fase clasificatoria entre el 17-32, donde sus cinco representantes pelearán por una plaza olímpica (directa, a parte de las opciones de pre-olímpico), sin poder alzar las miras en busca de posiciones más dignas, tratarán de salvar el honor tratando de ser olímpicos para poder limpiar el orgullo de todo un continente que no ha dado muestras de mejora.
Notas dispares recibirían los equipos del mediterráneo: España raspando el aceptable, Italia el notable… Y Grecia sin suspender por los pelos. Porque estos equipos «de tanto correr en la vida» se olvidaron que este Mundial esta hecho a base de momentos y habrá que ver si son capaces de aprovechar esas situaciones (siendo los transalpinos los más fiables, los españoles los más habituados a estos dramas y los griegos buscando encontrarle final a su ‘Iliada’ baloncestística que dura desde 2006).
Australia, Lituania y Serbia (tal vez Francia también, pero eso es debatible) son ahora mismo los grandes candidatos a provocar que los que continúen los cambios en el baloncesto FIBA, porque aunque algunos jugadores no hayan asistido a la cita, para los americanos «la vida sigue igual» imbatidos y más aguerridos. Los griegos fueron los únicos capaces de soplarles hace 13 años, pero la continuación sigue sin igualar aquél equipo ya mitificado por siempre en la memoria de todos.