Valencia Basket y Bayern Munich se enfrentaban en la octava jornada de la Euroliga necesitados de victorias, siendo 18º y 12º respectivamente, con el ambiente en La Fonteta caldeado por los últimos resultados y con la vuelta de Vladimir Lucic a la que fue su casa deportiva, donde llegó a ganar una Eurocup.

El partido empezó con ambos equipos usando la mayor parte de sus fuerzas en defensa, en especial los pivots Bojan Dubljevic y Greg Monroe (cuyo duelo se prometía intersante), con canastas como las de Guillem Vives, Maodo Lo y Fernado San Emeterio, que dejaban un marcador de 9-5 tras el impulso anotador de Valencia Basket tras el triple de Vanja Marinkovic y otro de Petteri Koponen al ecuador del cuarto .
El ritmo empezó a crecer, con anotaciones rápidas de Bojan Dubljevic, Koponen y Maodo Lo para poner un ritmo rápido de juego que beneficiaba al cuadro bávaro, a pesar de las irrupciones de Marinkovic con otro triple, Mike Tobey sabiendo encontrar su hueco en ambos lados de la pista o con DeMarcus Nelson encontrándose muy cómodo dirigiendo el ataque del cuadro alemán. Al final del primer cuarto, el marcador era de 20-16 favorable al cuadro dirigido por Jaume Ponsarnau.
El segundo cuarto empezó con el mismo ritmo con el que terminó el cuarto anterior pero con mucho desacierto por ambos equipos de cara al aro, sin ser la defensa especialmente destacable en ese punto. El contexto en el que se encontraba el encuentro seguía beneficiando al cuadro muniqués con Monroe como elemento estrella y con Quino Colom o Brock Motum tratando de mantener sus posibilidades de éxito en el feudo de la Avenida Hermanos Maristas, dejando un marcador de 28-25 al ecuador del cuarto.
Antes del descanso, Vanja Marinkovic cogía las riendas de la ofensiva valencianista, con cinco puntos consecutivos y con San Emeterio haciendo de escudero cuando el serbio generaba espacio, el cuadro taronja empezaba a coger distancia en el marcador gracias a su buen juego y a sus aciertos en los momentos adecuados, a pesar de los esfuerzos de Nihad Dedovic por decorar el marcador previo camino a la pausa de vestuarios, a la que se llegó con un marcador de 39-29.
El tercer cuarto empezó con un parcial de 0-7 favorable al cuadro dirigido por Dejan Radonjic, que metió presión al cuadro del Cap i Casal que respondía con un 10-0 con Aaron Doornekamp, Marinkovic y espcialmente un acertadísimo Guillem Vives para volver poner distancia en el marcador, dejando un resultado de 49-36 al ecuador del cuarto.
El partido se mantuvo a la expectativa de lo que equipo valenciano hacía en ataque y sobretodo en defensa, donde los robos en la primera línea, con Brock Motum como principal estandarte en ataque para compensar los intentos a la desesperada de hombres como Maodo Lo, que trataban de revertir el 59-47 que campeaba en el marcador a falta de diez minutos para terminar el partido.
Al incio del último cuarto fue un tanto extravagante, con dos antideportivas (una a Motum por un golpe sin sentido a mitad del campo con el hombro y otra Lo por golpear a Motum también con el hombro como rabieta), un ‘no’ mate de Dubljevic para el dos más uno antes de que Quino Colom anotase de tres para poner más tierra de por medio, ante un Bayern de Munich con Vladimir Lucic (máximo anotador de su equipo) que trataba de percutir sin todo el éxito que el quisiera ante el buen hacer defensivo del equipo local. con ‘Dubi’ y Colom a los mandos, Valencia Basket se ponía con un marcador de 75-53 a falta de cinco minutos para el final del partido.
Finalmente, y tras cinco minutos de ‘escopetas de feria’ como tónica imperante, Valencia Basket lograba su segunda victoria en Euroliga por 82 a 56, frente a un Bayern de Münich ‘guadianesco’ que tuvo sus ocasiones pero no fue capaz de responder a las ofensivas que planteo el cuadro valenciano durante la segunda parte, con un Jaume Ponsarnau que gana algo más de crédito de cara al devenir de la temporada.