Valencia Basket y Casademont Zaragoza se enfrentaban en la novena jornada de Liga con el paso cambiado el uno respecto al otro. El cuadro valenciano venia de sumar una importante victoria en Euroliga frente al Bayern a pesar de su mal rendimiento en la temporada y el club zaragozano venía de ganar a Dijon en competición europea, muy en la línea de la temporada que estaban realizando.

Jordan Loyd tratando de anotar ante la defensa del equipo zaragozano. Foto de Yolanda Hernández // At The Buzzer CB

El partido empezó con ambos conjuntos tratando de encontrar su hueco en el partido, con más fallos que aciertos, hasta que Bojan Dubjlevic, Maurice Ndour y Vanja Marinkovic se pusieron manos a la obra para meter distancia en el marcador, con el club aragonés tratando de solventar la situación mediante Robin Benzing o Javier Justiz, pero a pesar de ello, el marcador reflejaba un resultado de 14-7 tras cinco minutos de juego.

Guillem Vives volvía a mostrar su gran estado anotando cinco puntos consecutivos para su equipo, que se estaba encontrando cómodo en la pista, siguiendo en la línea de partidos anteriores, que sumado a la intensidad de Alberto Abalde y el buen hacer en la dirección de Quino Colom saliendo desde el banquillo, ampliaban la diferencia hasta un 25-11 al final del primer cuarto.

En el segundo cuarto, empezó con Mike Tobey y Jordan Loyd junto con Brock Motum siendo los estiletes ofensivos, que unidos al buen hacer en defensa (con jugadas de dos tapones, incluido uno del australiano) dejaban en nada los intentos de conjunto dirigido por Porfirio Fisac, con Jonathan Barreiro a la cabeza. Sumado a varias acciones realizadas por Colom y Abalde, el marcador se quedaba en 40-18 a falta de cinco minutos para el descanso.

En ese tramo, Alberto Abalde consolidó su buen hacer durante la primera parte anotando un triple que le hacía recuperar sensaciones, tal y como estaba mostrando el conjunto valenciano en general, a pesar de que Benzing y Nemanja Radovic trataban incesantemente (sin efecto alguno) de revertir la situación, donde incluso Joan Sastre anotó un triple para apuntalar una diferencia que se fue al 53-29 en la pausa de vestuarios.

El tercer cuarto empezó con Valencia Basket manteniendo el ritmo de juego en defensa y sabiendo cerrar líneas, a pesar de un 6-0 de parcial, el cuadro dirigido por Jaume Ponsarnau tenía en Maurice Ndour, Vanja Marinkovic y en especial un inspiradísimo Guillem Vives quién anotó dos triples seguidos para deleite de la afición, a pesar de que Robin Benzing y Jonathan Barrerio no desistieran en su intento de revertir la situación. El resultado marcaba un abultado 67-39 tras cinco minutos de juego de la segunda parte.

Tras dicha avalancha ofensiva, el cuadro aragonés se encontró algo mejor en ataque y consiguió arañar más de una decena de puntos en una situación donde Valencia Basket mantenía sus rentas con Mike Tobey, Alberto Abalde o Jordan Loyd, que a pesar de los postreros esfuerzos de Carlos Alocén manteniendo la distancia en un considerable 77-51 con diez minutos de juego por distancia.

En el último cuarto empezó con Quino Colom y Triggvy Hlinanson siendo los primeros en anotar, que junto al posterior triple de Dylan Ennis, dejaba a Aaron Doornekamp como únicos jugadores sin anotar ni un solo punto en el encuentro ( Louis Labeyrie tardó en anotar pero fue relevante en el encuentro por la intensidad mostrada en ambos lados de la pista) Con Nico Brusino y Abalde como otros artífices anotadores, el marcador a cinco minutos para terminar el partido era de 82-64.

Finalmente, con todo decidido desde el final de la primera parte, Valencia Basket remató la jugada con un resultado de 92-74, con la sensación de haber resucitado el buen ritmo de juego del final de la campaña pasada frente a un Casademont Zaragoza que, esta vez, no fue capaz de remontar un encuentro que se le puso en contra más pronto de lo esperado.