Solo quedaban dos partidos en juego y ambos estuvieron a la altura de las expectativas. Sueños cumplidos y sueños rotos hasta nuevo aviso cierran una nueva edición de esta fase clasificatoria que ha dado acceso a seis equipos a la fase final de Málaga.

Los partidos que se tenían que disputar como colofón final a un gran torneo (con Barcelona, Valencia, Tenerife además del Betis ya clasificados) y en ello se centró el grueso de la competición de esta jornada:
Empezando por el Obradoiro- Gran Canaria. Partido igualado en su inicio, a modo de correcalles contestandose los tiros continuamente y manteniéndose igualados hasta el ecuador del cuarto. En ese momento Obradoiro dio un salto de calidad con Íago Vilario y Fernando Viqueira como factores sorpresa cuando el Gran Canaria parecía recuperar terreno. Esto les acabó facilitando ponerse 19-9 al final del primer cuarto.
En el segundo cuarto equipo compostelano se mantuvo en su linea, defendiendo bien y sabiendo aprovechar errores del rival para anotar con facilidad, para alcanzar al ecuador un marcador de 29-20. Antes del descanso, el cuadro canarión se volvió a poner las pilas, y mediante una mejoría en la intensidad defensiva junto a su buen hacer en ataque les dejaba con un marcador de 32-28 tras veinte minutos de juego.
En el inicio del tercer cuarto el partido se mantuvo igualado. Ignacio Mencara y André Romero trataban de poner tierra de por medio para los suyos, pero el duelo se mantenían igualado e intenso, a pesar de que el marcador reflejara un resultado de 39-30 para los gallegos. Los canarios no cesaron en su ímpetu y trataron de mantenerse en partido poniendo un ritmo alto de juego, pero Obradoiro siempre respondía y el marcador al final del cuarto era de 43-36.
El último cuarto empezó con Obradoiro marcando territorio para no dejar opción alguna a Gran Canaria de reaccionar, con El Hadji Doudou o Fernando Viqueira rematando el trabajo y dejando a cinco minutos del final un marcador de 54-38. Finalmente, y tras un cierre de partido entretenido, Obradoiro vencía en la primera repesca con un resultado de 62-48,donde ambos equipos tuvieron en su mano poder decidir el encuestas y demostrar porqué habían llegado hasta aquí pero los gallegos se alzaron como justos vencedores, logrando así el pase a la Minicopa de Málaga.
Obradoiro se ganaba una plaza en la Minicopa siendo este éxito la punta del iceberg de un gran trabajo realizado por el cuadro gallego con sus categorías inferiores, pudiendo ser una mina con buen material para extraer cuando las circunstancias sean las adecuadas.

Acto seguido,Joventut y Estudiantes (que como curiosidad eran los dos únicos equipos de la competición que tenían los equipajes con parches ACB, es decir, como los profesionales) empezaron el partido basándose en la defensa, con muy buena disposición defensiva (tapones incluidos) para tratar de frenar las posibilidades ofensivas de su rival. Estudiantes lo solventó mejor y puso un marcador de 3-6 al ecuador del cuarto. 11-6
El segundo cuarto empezó con Estudiantes metiendo la directa, pero fue el equipo madrileño el cual puso más se su parte, con Pedro Ibarreta como principal motor del juego, dejando un marcador de 17-26 a cinco minutos del descanso. 31-37
Tercer cuarto: Estudiantes parecía tenerlo de cara, pero un parcial de 9-0 para terminar el cuarto 47-52
El último cuarto empezó con el Joventut manteniendo el nivel mostrado en la segunda parte, dando muestras de como Estudiantes iba desinflándose poco a poco, tal y como les pasó contra Valencia. El marcador de 56-58 acabándose el encuentro demostraba.
Finalmente, fue el quién el Joventut quién logró vencer con remontada incluida (19-12 para el cuadro badalonés en el último cuarto), se clasifica un año más para la fase final de la Minicopa ante un Estudiantes que jamás se rindió y que se marcha con lágrimas en los ojos tras no haber podido alcanzar la clasificación al no haber mantenido la distancia que habían logrado en ciertos momentos del encuentro.
El MVP fue Paul Ater Maker (Manresa), al cuál destacamos en nuestro particular quinteto titular de la competición tras la primera jornada y después de la finalización del evento seguiría siendo el mismo visto el rendimiento dado por ellos y por lo que han dado a sus equipos respectivamente.