Olympiakos y Valencia Basket se enfrentaban en la 18°jornada de Euroliga con la mirada puesta en el Top-8,siendo el conjunto valenciano teniendo una buena opción para alejar a posibles rivales como el cuadro helénico.

El partido empezó con Olympiakos siendo más consitente. El acierto de Kostas Papanikolau y el ritmo (a pesar de su irregularidad) del joven exterior Antonis Koniaris fueron los estandartes principales del conjunto dirigido por Kestutis Kemzura, que estaba frenando de forma muy solvente tanto el ataque como la defensa, dejando un primer parcial de 5-8.
Tras los primeros compases, Valencia Basket encontró el ritmo para frenar el ritmo que estaban imponiendo los blanquirrojos, que parecían seguir el nivel que Fernando San Emeterio iba marcando, con ayuda de Maurice Ndour, Quino Colom o de Joan Sastre, dando lugar a la igualdad en el marcador, con un resultado de 16-16 al final del primer cuarto.
El segundo cuarto el duelo se mantenía la igualdad, con el equipo dirigido por Jaume Ponsarnau manteniendo el ritmo que el equipo del Pireo parecía estar imponiendo, el cuál veía como los recursos utilizados durante el periodo anterior no le resultaban efectivos, habiendo de nuevo un empate en el marcador, esta vez de 27-27.
Antes del descanso, Olympiakos empezó a mejorar su rotación de balón y a jugar mejor en defensa, forzando mucho más los errores de Valencia Basket, que se veía en la situación de cubrir a Georgios Printezis, Aleksandar Vezenkov y Brandon Paul al mismo tiempo. A pesar de ello, y tras recuperar terreno perdido en el tramo final del partido, el marcador era de 36-39 tras veinte minutos de juego.
El tercer cuarto empezó con un carrusel de triples, con hasta cuatro jugadores de ambos equipos anotando desde más allá del 6,75 que beneficiaba al equipo griego, quién estaba marcando distancia gracias a la defensa, dando lugar a un marcador de 46-53 tras la reanudación del juego.
El partido subió de decibelios mientras Fernando Sam Emeterio seguía llevando en volandas a los suyos, a pesar de que el acierto colectivo de los griegos (que forzaron algunas situaciones hasta el límite reglamentario), que les permitió distanciarse lo suficiente en el marcador como para ponerse 63-70 a diez minutos del final del partido.
El último cuarto empezó con el conjunto local mejorando su ritmo de juego, a pesar del intento de escapada del cuadro del Pireo con su significado acierto desde el triple durante todo el encuentro. Este hecho ponía igualado un encuentro en la pista y también en el marcador, con un 77-78 que ponía las cosas igualadas a cinco minutos para la conclusión del encuentro
Finalmente , y con Valencia Basket apretando el partido hasta el último segundo, para poner en el marcador un resultado de 91-93 en un encuentro donde el conjunto griego supo jugar mejor sus cartas y se mantuvo firme ante un Valencia Basket que jug como supo pero perdió