Uni Girona y Cadí La Seu se enfrentaban en la primera semifinal de la segunda jornada de la Copa y segundo derbi del campeonato con la sensación de que había más en juego que una semifinal copera.

Sonja (Petrovic) Vasic tratando de robar el balón de Jovana Nogic. Foto de FEB

El partido empezaba con Sydney Wiese,Irati Exarri, Laura Peña metiendo el susto en el cuerpo a Girona, gracias a un estilo dinámico de juego y con muchos puntos que beneficiaban el estilo de juego del equipo dirigido por Bernat Canau y que dejaba un primer parcial de 5-7.


Sonja Vasic (Petrovic), Magaly Mendy, Naingouma Coulibaly o Marta Xargay fueron algunas de las jugadoras que pusieron a Girona en dinámica, pero prácticamenteaal mismo tiempo empezó el espectáculo de Tinara Moore que permitió mantener el envite constante del equipo dirigido por Eric Surís y que servía para dejar el resultado con empate a 15 tras el primer cuarto.

El segundo cuarto puso en jaque todo el estilo visto en el periodo anterior, con Maria Araujo ejerciendo un papel fundamental en ambos lados de la pista para poder dar alas a su equipo. Además el duelo interior de Coulibaly con Tinara Moore daba pie a un segundo escenario en pista, lejos de los grandes focos, donde cada posesión servía para pelear la posición. Con el buen hacer de Girona, el marcador era 22-19 a cinco minutos del descanso.

Sedis se mantuvo en su línea, tratando de minimizar errores de rebote y aprovechando cada hueco que dejaban las jugadoras dirigidas por Eric Surís, hasta que un par de faltas en ataque ocasiones cometidas les llevaron a tener que remar contracorriente. Aún así, Girona cerraba la primera con una ventaja de 33-25 tras aprovechar sus oportunidades en el momento adecuado.

El tercer cuarto empezó con Adaora Elonu tirando del carro de Girona junto Naignouma Coulibaly para mantener la renta obtenida en los primeros cuartos, pero Jovana Nogic, Georgina Bahí y Tinara Moore trataban por todos los medios de frenar el ímpetu rival, pero aún así el marcador era de 43-32 tras la reanudación.

Moore encontró el acierto que no había tenido durante otros tramos de partido, pero no eran suficientes para liderar a un equipo lastrado por los pequeños detalles que aprovechaban jugadoras como Sonja Vasic o Elonu para tratar de mantener distancias, que junto a la batalla que estaban dando Maria Araujo y Coulibaly en la zona era suficiente como para mantener un diferencial de 45-39 a diez minutos de acabar el partido.

El último cuarto empezó con Marina Lizarazu y Tinara Moore tratando de dar un golpe de efecto al partido que, sumado a el apoyo del pabellón por adversidad de la situación, apoyaba al teóricamente ‘no favorito’ tras ver el buen trabajo realizado durante el partido y por intereses personales. Pese a todo, 45-44 a cinco del final.

La tension se mascaba en el ambiente, cada vez que Coulibaly o Elonu pisaban la zona eran tratadas de enemigas públicas en el pabellón, ambas defensas usaban todos sus recursos para frenar el ataque rival y el listón arbital del partido lo permitía. Girona tiro de experiencia para resolver la situación, o mejor dicho, Laia Palau apareció en el momento adecuado para sacar las castañas del fuego a su equipo (su cara en los libres fue un claro reflejo) y sumado al abuso estéril desde el triple daba pie a que la diferencia rondase los diez puntos de diferencia en los minutos finales de encuentro.

Finalmente, y a pesar de los intentos de Cadí, Girona ganó por 56-51 demostrando su poderío físico y su experiencia en momentos donde nada entraba frente a la ilusión de un Cadí La Seu que no supo aprovechar los errores rivales en los momentos clave contra un equipo que no perdona.