Tras los nombramientos de Kyle Hines o Juan Carlos Navarro, la organización ha ido incluyendo nombres como Georgios Printezis o Luka Doncic para cerrar una plantilla que simboliza de una u otra forma el desarrollo de la competición desde el año 2010 hasta el final de la segunda década de este siglo.

Imagen de Euroliga

Juan Carlos Navarro, Kyle Hines, Luka Doncic, Dimitris Diamantidis, Georgios Printezis, Nando de Colo, Milos Teodosic, Bogdan Bogdanovic, Sergi Lull y Vassilis Spanoulis forman el mejor quinteto de la segunda década de la Euroliga tras las votaciones realizadas por los aficionados y la prensa a durante los primeros días del año.

La plantilla en cuestión tiene muchos matices, porque en ella hay ‘estrellas fugaces’ de la Euroliga como Luka Doncic, cuyo talento le permitió irse a la NBA tras haber arrasado la Euroliga en la segunda temporada que disputaba la competición y la única donde tu galones para lucir su calidad.

Nando de Colo, Milos Teodosic y Bogdan Bogdanovic son los otros nombres de la lista que pisaron la liga americana de una u otra forma. El base francés logró encontrar el oro en Moscú hasta en dos ocasiones la primera con la mejor versión de ‘El Mago Milos’ antes de que este se marchase a Los Ángeles. Tras ello acabó ganando otro título antes de emprender el camino a Istanbul, donde el Bogdanovic joven ya había logrado la gloria con el Fenerbahçe a las órdenes de Obradovic.

Tan solo hay dos 2 jugadores retirados en esta lista a día de hoy . Juan Carlos Navarro y Dimitris Diamantidis forman un duo particular en esta lista debido a que también entraron en el quinteto de la primera década de la competición, siendo los dos únicos en ser incluidos en más de un listado histórico de estas características, consolidando así su legado.

Dos leyendas de Olympiacos como Vassilis Spanoulis o Georgios Printezis también forman parte de este grupo especial de jugadores para consolidar el tramo de más dominio de un equipo en esta década tras ganar dos títulos seguidos (2012 y 2013) contra todo pronóstico pero con mucho espectáculo. En plenos rumores de si seguirán o no jugando cuando regrese la competición, el duo que devolvió la gloria al Puerto del Pireo ya tiene su merecido reconocimiento.

Otro integrante de aquel equipo de leyenda fue Kyle Hines. Un pivot de 1,98 que ha dominado la competición desde la defensa y que le ha llevado a lograr 4 títulos de campeón de la competición con el equipo de la periferia de Atenas y con el CSKA de Moscú, además de conseguir 2 títulos de mejor defensor del año por el camino, como grandes hitos de una carrera a la que aún le quedan un par de asaltos al trono de campeón.

Sergi Llull encaja en el perfil de jugador espectacular pero que por unas peculiaridades u otras, además de por las lesiones, decidió hacer carrera en Europa y logró ser el estandarte del equipo más exitoso del año 2015 para volver a darle una Copa de Europa al Madrid 20 años después de la última. Sus ‘mandarinas’ y su estilo eléctrico de juego han marcado época en la casa blanca, siguiendo la estela de hombres como Dejan Bodiroga o Gianluca Basile que a pesar de su talento nunca decidueron ‘cruzar el charco’.

Bonus: los bases griegos Kostas Sloukas y Nick Calathes se han acabado quedando fuera de este selecto grupo a pesar de estar entre los votados tras el final de la votaciones de la afición pero no llegaron a consolidarse en el elenco de los elegidos tras el voto de la prensa especializada.

Kostas Sloukas, el hombre de las seis finales, ha sido uno de los hombres más determinantes de la década al aportar su rol de capitán general ya fuera en Olympiakos o en Fenerbahçe, lo cuál hace extraño entender porque el oriundo de Tesálonica no ha entrado finalmente.

Respecto a Nick Calathes, el único hombre capaz de hacer un triple doble en la segunda década de la competición, sobran los argumentos para poder haberlo incluido debido a que su visión de pase y su gran compresión del juego le han llevado a brillar en las siempre difíciles luces humeadas del OAKA, que acogieron al greco-americano como líder en su segunda etapa en Panathinaikos para devolver al equipo a la gloria.