La veterana jugadora estará un año más en activo antes de retirarse del baloncesto de élite siendo, como ilustra la fábula atribuida al griego Esopo, produce oros(s) sin que se sepa muy bien como. La fábula también avisa que no se debe forzar, que haga lo conveniente para seguir dando éxitos al baloncesto hasta que ella quiera (sea cuando sea el final de su carrera deportiva) .

Otro año más (y ya van unos 25, según se cuente),Laia Palau juega en un equipo de baloncesto profesional. Ya no es ni el UB Barça, ni equipos como Praga o Bourges, ni su querido Ros Casares (el equipo donde más tiempo ha estado a lo largo de su carrera) sino en el Uni Girona, el último gran proyecto del baloncesto nacional, que emergió justo hace 15 años y que tiene la suerte en su plantilla de los últimos coletazos de una de las mejores jugadoras de baloncesto español (y vaya coletazos). Iniciando la extraña temporada 2020/2021 (que disputa de cara a poder llegar a los Juegos de Tokio) la jugadora, oriunda del barrio barcelonés de Les Corts, sigue dando lecciones de baloncesto cada vez que toca o busca el balón.
Cambios de sentido, amagos en contraataque para luego encontrar a una compañera sola bajo del aro y dar el pase adecuado cuando el balón llega a ella porque cuando no lo tiene ella solo se para y observa como el juego fluye por si necesitan de su magia para desatascar la situación. En defensa la tendencia es, mayoritariamente, distinta. No importa si gana o pierde (sea contra el Perfumerías Avenida de Salamanca u otro), cualquier excusa es motivo suficiente para encontrar la forma de poder verla jugar.
Cada balón que sale del aro o trastabillado tras tocar en una de sus compañeras ella va a tratar de recuperarlo (y suele salirle bien). No es baladí recordar que fue el cercano 5 de septiembre cuando la capitana de la selección española cumplió 41 años. Con ello, hay que tratar de comprender que no hay que buscar, solo disfrutar de sus últimos compases en el baloncesto profesional como parte de una elegía al Basket. El símil con el famoso cuento de ‘La gallina de los huevos de oro’, es porque produce oro (y títulos) esté donde esté, prácticamente, de forma intrínseca. En su primer año con el Uni Girona, tras ese amago de retirada,logró la segunda liga en la historia del club.
El relato se termina, de forma abrupta, tratando de encontrar cual ese secreto de tanto oro. La enseñanza de la fábula nos enseña que no hay que forzar la situación. La propia jugadora ha anunciado más de una vez su posible retirada, afirmando que cuando terminen los Juegos (si se celebran) lo hará de forma definitiva. Si finalmente es así o no, lo iremos sabiendo a medida que discurra esta atípica temporada. Mientras tanto, disfrutemos de la lucidez y de la habilidad de la jugadora más laureada del baloncesto español mientras podamos.