Llíria y Benicarló jugaron otro partido de pretemporada, pero no uno cualquiera. El conjunto de Camp de Túria, en categoría EBA, jugaba su segundo partido amistoso contra un conjunto de LEB Plata, como era el conjunto del CB Benicarló, con una historia de ascensos digna de comentar.

Ion Galarza tirando tiros libres. Foto de José Ramón Alba Benlloch/At The Buzzer CB Media

El partido, empezó muy igualado, donde ambos conjuntos tenían sus errores, pero Liria parecía estar un paso por encima 12-6. Con todo ello, el conjunto castellonense tenía nombres curiosos por parte de Benicarló: Jaime Campos (13), que lleva desde autonómica en el equipo, cedidos ACB (Kennedy Clement y Pablo Marín desde el Betis o Hugo Bartolomé desde Andorra).

Llíria dominaba sin estar del todo cómodo en pista. La acción de McCarthy frente a un atacante el conjunto edetano adelantando su posición confundió al jugador, quién permitió al americano del equipo castellonense robar el balón. Con ello se llegaba con un marcador de 19-13 final primer cuarto

Segundo cuarto, Benicarló empezaba a dar a poner presión en el marcador mostrando más dureza hacia el aro 21-18 a cinco del descanso. Lliria volvió a sentirse cómodo en pista, poniendo la línea de presión defensiva, gesto de Bartolomé a levantarse al defensor edetano (con aviso incluido del árbitro) por flopping, Nemanja Djordjevic en serbio quejándose de una decisión arbitral. Hubo arreón final del conjunto castellonense ponía el 28-27 al descanso

Al reanudarse el encuentro, con los dos equipos golpeando en uno y otro lado, Benicarló lograba ponerse por delante en el marcador por primera vez en el partido en varios puntos concretos. El conjunto castellonense daba la sensación de sentirse más cómodo en pista que los locales, pero aún así era el equipo de Camp de Turia el que seguía llevando la ventaja en el marcador, al seguir imprimiendo su carácter defensivo en el encuentro. Un triple de Ion Galarza sobre la bocina de posesión dejaba un marcador de 40-32 al inicio de la segunda mitad.

Benicarló estaba, a pesar de todo, en un momento curioso de partido. Combinaban anotaciones de bella factura con errores tácticos, notándose la actitud en el ritmo del juego, la grada enloquecía con la afición apretando. 49-41 al final del tercer cuarto con todo por decidir.

último cuarto, Llíria tuvo un inicio fulgurante de cuarto, a pesar de los ataques fulgurantes (en ocasiones tras robo de Benicarló) para ponerse 54-40 al ecuador del cuarto, que remontó de nuevo para ponerse a dos puntos pocos minutos más tarde, dándole emoción a los últimos compases del encuentro con un triple que empataba a 60 el encuentro a pocos segundos. Una genialidad de Pablo Marín puso el encuentro de cara a su equipo para vencer por 61-64.