El duelo español de los cuartos de final estaba determinado por el último precedente entre ambos de, apenas, una semana antes de viajar a Atenas donde vencieron los de San Cristóbal de la Laguna en la prórroga tras haber dominado durante muchos minutos. Muchas cuentas pendientes en un escenario idílico.

Georgios Bogris trata de robar el balón a DJ Seeley en el suelo. Foto de Basketball Champions League

El partido con una canasta rápida de Bruno Fitipaldo pero Zaragoza reaccionó rápido y movió mejor la bola para coger el ritmo del partido gracias al juego en el poste de Jason Thompson. Gio Shermadini no tardó en aparecer en escena para intentar remediar la situación y dejar un primer parcial de 7-8 favorable para su equipo.

Robin Bezing volvía a anotar para disfrute de su equipo, que sirvió como chispa para que hombres como Tryggvi Hlinanson (matazo incluido) o Rasheed Sulaimon pudieran aportar en ataque. A pesar de los esfuerzos de Shermadini o Sasu Salin, Zaragoza terminaba el primer cuarto venciendo por 20-17.

El segundo cuarto empezó con Aaron Doornekamp y Dylan Ennis manteniendo el alto nivel anotador. Marcelinho Huertas y Shermadini metieron una marcha más para que el conjunto de La Laguna pudiera coger el ritmo del partido y, con ayuda de Tyler Cavanaugh, ponerse 27-32 a cinco minutos del descanso.

Marcelinho Huertas y Rodrigo San Miguel metieron ritmo al partido mientras sus equipos alternaban el dominio del partido, con Fitipaldo como actor secundario en el equipo dirigido por Txus Vidorreta y con Thompson manteniéndose como pieza clave para que su equipo. Un palmeo del georgiano Shermadini permitía al conjunto insular por delante en el marcador al descanso por 39-40.

El tercer cuarto empezó con Zaragoza con Sulaimon y Robin Benzing como jugadores referenciales, tratando de mantenerse en el encuentro ante la presión que ponía Tenerife a todo la pista, pero era el conjunto aragonés el que empezaba fuerte para ponerse por delante en el marcador por 52-51.

Tryggvi Hlinanson estaba siendo clave para el resurgir del conjunto maño, que empezó a coger distancia en el marcador ante el poco acierto del conjunto aurinegro, que trataba de apretar en defensa y lo que tuvieran en su mano (más allá de lo que pudieran reclamar a los árbitros). Sin embargo, el marcador lucía un 63-53 al final del tercer cuarto.

El último cuarto empezó con ambos equipos forzando errores rivales y tratando de exprimirse en defensa para no perder opciones. Fue el conjunto canario que buscó cambiar el ritmo del partido (por beneficio para su ritmo de juego), a pesar de la aparición de Jonathan Barreiro en el partido además de las acciones puntuales de Rodrigo San Miguel, que mantenía al conjunto zaragozano por encima con un 72-68

El Canarias trató de intentarlo hasta el último momento, forzando sus opciones hasta el último momento pero Zaragoza supo aguantar hasta el último momento para tratar de eliminar al único equipo español que ha ganado este torneo. Finalmente, fueron los hombres dirigido por Diego Ocampo los que vencieron por 87-81 para acceder a las semifinales contra el AEK, tras un partido de locos.