Burgos y Dijon jugaban la primera semifinal, siendo ellos los que podían esperar rival en la otra semifinal y jugar sin ningún tipo de presión, tal como había hecho el conjunto español en su emparejamiento de cuartos.

Empezó Dijon mejor, luchando por tener su hueco en el partido, tratando de tener el mismo ritmo de partido que el obtenido en el partido anterior, siendo más consistente en defensa y tratando de tener la mejor posición posible. Dijon consiguió una cómoda ventaja de 7-8 en los primeros compases del encuentro gracias a ello.
Burgos hizo valer su talento y sus ganas para poder ponerse por delante en el marcador, tratando de encontrar la forma correcta de posicionares en el partido para aprovechar su talento y su ritmo de juego frente al conjunto francés. El primer cuarto terminaba con un marcador de 23-13.
El segundo cuarto tuvo como monotema el dominio de Burgos sobre la pista. El conjunto dirigido por Joan Peñarroya simplemente se lucia haciendo las cosas fáciles y provocando que Dijon fallase tiros fácilmente. El marcador de 32-18 representaba perfectamente como estaba siendo el transcurso del partido.
La cosa se ponía interesante con pequeños detalles de Dijon para seguir sumando pero Burgos sobrado y anotando con facilidad además de defender a un nivel escandaloso. Con ello, el conjunto burgalés logró escaparse en el marcador y ponerse 43-30 a diez minutos para el descanso.
El tercer cuarto empezó con Burgos sufriendo más de lo esperado por el buen arranque de Dijon. Ken Horton salvó la papeleta para su equipo adecuado, cuando parecía que estaba perdiendo fuelle ante el equipo francés. Con ello, el marcador tras la reanudación era de 54-41.
Burgos seguía sin recuperar su ritmo de juego y el conjunto dirigido por Laurent Legname supo encontrar pequeñas oportunidades para intentar reducir distancias. Pese a ello, el conjunto castellano leonés se mantuvo consistente y se mantuvo por delante con un considerable 59-50 a diez minutos del final del partido.
Al inicio del último cuarto, el conjunto burgalés puso una marcha más para tratar de rematar el encuentro de la mejor forma posible, sintiéndose cómodos en pista y sin oposición considerable por parte del equipo francés, que veía como el marcador llegaba al 71-57 a cinco minutos del final del partido.
Finalmente, Burgos arrolló por 81-67 a un rival como Dijon que no logró encontrar su hueco en el partido, a pesar de que parecía hacerlo por momentos. Con ello, el conjunto español alcanza la primera final de su historia, siendo muy superior en los dos partidos disputados.