Un equipo renovado y cambiado proyecto como lo es este Basket Zaragoza llegaba a Fontajau para tratar de sacar algo positivo, pero con la inexperiencia de ser un grupo poco cohesionado a diferencia de un equipo como Girona, donde Laia Palau se encuentra asentada en su tercera temporada en el club y con Chelsea Gray recién llegada de Estados Unidos para completar la plantilla tras su parón al finalizar su temporada WNBA.

Laia Palau tratando de robar el balón de Aina Ayuso. Foto de David Subirana

El partido de Laia Palau fue, numéricamente, de 9 puntos (máximo de la temporada hasta el momento), 1 rebote y 4 asistencias con 9 de valoración fueron las estadísticas de una jugadora que sigue acumulando victorias en su carrera haciendo disfrutar con ello. Pero la cosa no se quedaba ahí.

En lo puramente deportivo, pide defender a la base rival igual de rápido que se pone a ayudar en defensa para robar o ayudar en el 2×1 (aunque sea Laura Nicholls la que tenga el balón) Más activa (si cabe) que en otros partidos de esta temporada y señalizando el posicionamiento para presionar en el ataque rival (ella, en especial, a Julie Vanloo o Chantelle Handy) y cuando ella ha hecho circular el balón en el ataque del equipo catalán, encontró muy fácilmente a Julia Reisingerová (especialmente mediante el pick & roll) y también a Adaora Elonu para tratar de compensar el acierto que estaba teniendo el conjunto aragonés en su aro, a pesar de la buena actitud defensa y gestionando, de forma más o menos correcta, las ayudas además de los cambios en los emparejamientos defensivos.

Cuando no está en la pista es la primera que se levanta a animar, mientras tanto, está calmada en el banquillo, analizando la jugada lo mejor posible para cuando vuelva a estar en pista. El saber estar de la jugadora en pista también se entiende cuando se pone a analizar el juego desde la banda, antes de volver a poner su talento en juego.

Su capacidad de que su equipo genere canastas sin estar ella por medio también es espectacular. El pase de Reisingerová a Eldebrink tras iniciar ella misma la acción es simplemente un espectáculo. El valor de la capitana del equipo se demuestra incluso cuando ella no participa en la jugada pero el equipo se mueve y gana a su ritmo.