La estabilización de minutos de Laia Palau, con alrededor de un cuarto de hora, tras la llegada de Chelsea Gray (a menos que el nuevo entrenador diga lo contrario) y su intensidad defensiva constante parecen las dos únicas cosas ciertas en un mar de posibilidades para su equipo.

El partido entre Cadí La Seu y Uni Girona iba empatado a 12 a falta de 3 minutos para el final del primer cuarto cuando Laia Palau entró por primera vez en pista. Empezó defendiendo a Laia Raventós (y a Serenna-Lynn Geldof o Georgina Bahí en varios cambios defensivo) con la misma intensidad de siempre, a pesar de sufrir en la ayuda al pick & roll y la arriesgada mano al final del primer cuarto para frenar el ataque. A pesar de ello, su control del juego ofensivo cuando tiene el balón y su lectura en defensa (contando los pasos para tantear un posible robo) siguen brillando por su brillante ejecución.
La barcelonesa estaba constantemente poniendo el radar (hasta sin mirar, como en el pase a Giedre Labuckiene) y ‘haciendo scouting del momento’ (como comentaba Climent Viles en la retransmisión del encuentro), dando indicaciones para que (de nuevo Labuckiene) el balón debía llegar a Paola Ferrari como finalmente pasó para que la paraguaya pudiese anotar (igual que pasó con Vasic al siguiente ataque, a pesar de que la canasta no entró). Durante la mayor parte de su tiempo en pista, ayudó a que la rotación del balón fuera lo más eficiente posible.
A partir de ahí, Girona empezó a distanciarse en el marcador. La influencia de Laia Palau fue (y es) descomunal por todo lo que aporta. Ya sea saltando la primera a animar desde la banda cuando su equipo consigue consumir la posesión del rival gracias a su gran defensa o siendo parte implícita de esa intensidad encontrando huecos en defensa y tapandolos en defensa. Su impacto va mucho más allá de sus números
Las estadísticas más destacadas al final del encuentro, solamente dicen que logró 4 rebotes, 3 asistencias, un tapón y 7 de valoración en 17:36 minutos en pista, siendo este el último partido en el que fue entrenada por Eric Surís, tras ser despedido horas después del partido y sustituido por Alfred Julbe.