El casillero anotador de Laia Palau en Bembibre, tal y como pasó en la jornada anterior, se quedó en blanco en el debut de Alfred Julbe, que se estrenó con victoria en un momento clave de la temporada frente a un rival de la zona baja de la clasificación.

Laia Palau entró por primera vez al partido disputado en el Bembibre Arenha por Frida Eldebrink, con 7-8 en el marcador a 2:30 del final del primer cuarto. Entró con la misma intensidad presionando el saque, ajustando en la zona en la pintura (forzando faltas), punteando triples para ajustar la defensa y estando atenta para ayudar en los cambios defensivos.
Ya fuera circulando bien el balón o a la carrera para dirigir sin balón, Laia Palau lograba aislar defensora y , cuando recibía el balón en estático, lo tenía el tiempo justo y necesario para encontrar a cualquier compañera que estuviera sola (y a Paola Ferrari en especial).
Incluso si al final del primer cuarto y al inicio del segundo cuarto, la barcelonesa recibía una intensa presión a toda la pista de forma, tan agresiva como lo suele hacer ella, siempre acababa encontrado hueco para que el balón llegase a una compañera suya de forma eficaz antes de aislarse de la jugada, dando la sensación (como es habitual esta temporada) de no querer molestar a sus compañeras en ataque.
Con Palau en pista, Girona cogió una cómoda ventaja en el marcador, superando ampliamente y de forma continuada, hecho que no se produjo de forma lineal cuando se sentó en el banquillo, al conseguir el conjunto local reducir distancias en el marcador en momentos puntuales antes del descanso (gracias al acumulado cuando la ‘3’ estaba en pista).
Laia Palau logró 3 rebotes 2 asistencia y 3 robos en 17:31 de minutos de juego para seguir liderando a su equipo con el ejemplo de querer ayudar al equipo sin querer lucirse a nivel personal, en un punto de su carrera donde busca aportar al éxito colectivo para cerrarla lo mejor posible.