El conjunto del pirineo leridano, que volvía a la competición en un año excepcional y donde su último encuentro antes de viajar a Rumanía se había producido en Valencia, con lo que podía dar pie a una posible falta de ritmo pero combatió hasta última hora de cara a poder hacer historia de nuevo, aunque no fue posible.

Tras haberlo logrado la temporada pasada, el conjunto del Pirineo leridano se quedó a las puertas de volver a lograr el hito de pasar de ronda pero una derrota contra el Sepsi por más de tres puntos, tras el cambio a última hora de no contar con las derrotas del último clasificado del grupo, siendo el último partido europeo del club su 50º año de vida.

Con Quinn Dornstauder como gran referencia en el juego (18,7 de valoración de media gracias a su promedio de 10,3 puntos y 10 rebotes), el conjunto dirigido por Bernat Canut venció en la primera jornada contra ESBVA -Lille Metropolitane por 69-71, siendo un partido igualado frente al conjunto francés, donde juega la española Sandra Ygueravide, donde el conjunto auriazul peleó con todas sus armas y logró una victoria de prestigio para iniciar la competición.

El exceso de intensidad tras jugar el día anterior, en contraste al descanso que habían tenido en la semana anterior, no fue la mejor opción para jugar contra el conjunto belga de Namur, contra el que recibieron un primer parcial de 10-17, llegando a ser de empate a 25 mediado el tercer cuarto, dando muestra de la dureza de las circunstancias, donde el último clasificado del grupo acabó cediendo para terminar ganando 54-41.

Tras el cambio de criterio para clasificarse, donde solo contaba los duelos contra los tres mejores equipos del grupo (tras la renuncia del conjunto sueco de UMEA), el Sedis necesitaba ganar o perder por un marcador igual o inferior a tres puntos frente al conjunto rumano del Sepsi, anfitrión de la burbuja y rival del Uni Girona en la fase previa de la Euroliga, que fue el claro dominador del partido, no dando opción al conjunto español de poder clasificarse para octavos de final por segundo año consecutivo.

Debido a los acontecimientos, el Sedis no pudo repetir el hito de llegar a las eliminatorias por el título, tras llegar a una fase de grupos en modo burbuja a la que llegaban «para disfrutar y trabajar para pasar de fase», tal como comentaba Bernat Canut al finalizar el último encuentro tras una trabajada estancia en ella.