El documento, de tres páginas y realizado por el padre de uno de los jugadores del club, expone como la concejala de deportes se comprometió a «que la segunda cubierta y la accesibilidad» de «la remodelación de la Instalación DeportivaMunicipal (IDE) Camí Real» habían» entrado en los presupuestos municipales y mas pronto que tarde, todos nuestros jugadores y jugadoras las podrán disfrutar.» Tras alargar varias veces los plazos, ese proyecto sigue sin completarse y en estos momentos impide al club entrenarse con normalidad (a pesar de que en el tiempo que cesó la actividad deportiva no se realizó trabajo alguno en «no llega a 10 días de prácticamente dos meses«).

Imagen de perfil del club en Twitter

El club CB Petraher sigue a la espera de que la remodelación de su recinto y que les permita , sin impedir el trabajo de sus equipos, que en las circunstancias actuales están perdiendo muchas opciones para disfrutar de aquello que más les gusta hacer: jugar al baloncesto. Y no solo por la pandemia del Coronavirus.

La situación de un club que cuenta «con un equipo con diversidad funcional, otro de Trastorno del Espectro Autista, otro de síndrome de Down, y un equipo de Baloncesto en Silla de Ruedas que esta campaña milita en la Segunda División nacional» que ya empezó con problemas desde el inicio tal como indica el propio texto: «las obras tardaron más de dos años en comenzar. El presupuesto sólo alcanzaba para cubrir
una de las dos pistas, pero hubo un compromiso de incorporar a los presupuestos municipales la partida correspondiente a la segunda cubierta en cuanto fuera posible.»

En ese punto de la historia, se le prometió hasta en dos ocasiones que se le iba a terminar las instalaciones (tanto el 27 de octubre de 2019 como el pasado 26 de septiembre) ve como las obras se han iniciado en las últimas fechas, a pesar de que durante los meses de «septiembre, octubre, noviembre, diciembre y enero » no se realizó trabajo alguno, siendo el día 20 del primer mes del año cuando «aparece en las instalaciones una pequeña retroexcavadora y dejan allí material.» Solo han trabajado, según reza el comunicado, una decena de días desde entonces hasta la semana pasada , cuando se iniciaron los trabajos de remodelación (avisando «con solo una hora de antelación» de ello al club).

Una propuesta, la de remodelación de las instalaciones situadas en el barrio de San Marcelino, que fue aprobada en presupuestos participativos del Ayuntamiento de Valencia de 2016 como la segunda más votada y tiene un valor de 170.000 euros, «debía servir, entre otras actividades, para dar cobijo al Club de
Baloncesto Petraher».

Una de las cosas que se destaca, en los párrafos finales del texto, es que a los » políticos se le llena la boca hablando de alternativas de ocio en la juventud a la problemática del botellón y del consumo de otras sustancias legales e ilegales. Hablando de Implantar alternativas de hábitos saludables, de fomentar el deporte. Muchos de nuestros jugadores están una etapa en la que hay que educar, prevenir y
concienciarles del daño que estos malos hábitos le hacen a su cuerpo precisamente por su edad.

A esas palabras, las continua otra reflexión al respecto: «Otros muchos son aún pequeños pero la
práctica del baloncesto ya deja en ellos la semilla que, seguramente, prevendrá estos comportamientos cuando se enfrenten a ellos más adelante. El bloqueo de las pistas impide que los 20 equipos del club
puedan entrenar con normalidad.»

Además, para concluir, recalca el hecho de que «en la web del ayuntamiento de Valencia cuando habla de
Los Presupuestos Participativos de Inversiones afirma que “son un instrumento de democracia directa que permite a las vecinas y vecinos de la ciudad de València involucrarse en la toma de decisiones sobre la ejecución de una parte del presupuesto municipal destinado a realizar inversiones. Pues vamos a ver si esto no son palabras bonitas para regarle los oídos a la ciudadanía.»

Acceda al archivo completo aquí: