El torneo de la Euroliga Junior llegaba a su fin tras tres días de intenso baloncesto y marcadores abultados a partes iguales que acabaron desembocando en un ‘clásico’ entre los dos grandes equipos españoles del torneo y permitir que el trofeo de campeón de Europa sub’ 18 se quedase en territorio nacional.

Eli Ndiaye peleando el rebote con Ian Granja, Foto de Paco Mora / MG Estudi

El partido empezó con el Barcelona apretando más en defensa y anotando mediante Michael Caicedo, James Nnaji o Ian Granja en las pocas oportunidades que también dejaba el conjunto blanco en defensa. Solo Eli Ndiaye anotó en los primeros compases de juego para el equipo madridista, dejando un marcador de 2-6 tras los cinco primeros minutos de juego.,

Ambas defensas se mantuvieron activas, pero un triple de Sediq Garuba y un alley-oop culminado por Kosta Kostadinov sirvieron para dar la vuelta al partido y tener una corta ventaja durante el final del periodo, con Henri Veesar o Ndiaye manteniendo esa dinámica por mucho que Gael Bonilla o Caicedo pusieran a su equipo de forma puntual. Con todo ello, al final del primer cuarto el marcador reflejaba un igualado empate a 17.

El segundo cuarto empezó igualado, pero un par de triples de Urban Klavzar y con Ndiaye manteniendo el modo MVP, el Madrid cogió diferencia ante la falta de acierto del equipo dirigido por Fabián Téllez, a pesar de que jugadores como Rafa Villar opusieron resistencia suficiente para mantener el golpe y dejar un marcador de 27-23 a cinco minutos del descanso.

El conjunto capitalino mantuvo el control del partido , con Matteo Spagnolo haciendo las veces de líder y con Kostadinov y Garuba como escuderos para mantener el diferencial favorable, dando pie a que el Real Madrid acabase la primera parte con un favorable 38-31 en el marcador.

Tras la reanudación, James Nnaji y Kosta Kostadinov impuieron su físico para líderar a los suyos en los primeros compases de juego, siendo Michael Caicedo, Henri Veesar y Urban Klavzar como acompañantes, dejando ello y una canasta de Eli Ndiaye un resultado 49-40 tras cinco minutos del tercer cuarto.

A pesar de que Agustín Ubal realizó un parcial anotador de 6-0 que parecía poner al conjunto de la Ciudad Condal en dinámica para tratar de poner a los suyos por delante, jugadores como Klavzar o Ndiaye volvieron a poner tierra de por medio y evitando que la reacción protagonizada por Michael Caicedo y Gael Bonilla tuviese el impacto buscado, dejando un marcador de 60-56 con diez minutos de juego por disputarse,

El último cuarto empezó con el Barcelona poniéndose por delante en el marcador con Caicedo, Ubal y un par de canastas de un Teodor Simic que no había estado acertado en todo el partido pero aportaba en el momento clave, dejando sin respuesta firme (más allá de Sediq Garuba y Kostadinov) a un Real Madrid que no encontraba la forma de frenar la ofensiva del conjunto azulgrana, pero si logró resistir el golpe, dando pie a un marcador de 65-67 con cinco minutos de partido por disputarse.

A partir de ahí el duelo se convirtió en una constante de ida y venida de golpes, tapones, faltas además de aprovechamiento de errores ajenos para obtener ventaja, con Veesar y Bonilla como jugadores más hábiles en esa situación, provocando que el partido se igualase hasta tal punto que un buen movimiento de pies de Kostadinov y un palmeo que no entró de Caicedo dejaron el encuentro en empate a 73 al final del tiempo regular.

La prórroga estuvo bien gestionada por el Real Madrid, que siempre lograba encontrar la forma de forzar errores del equipo catalán, que sin Nnaji en pista por problemas físicos la mayor parte del tiempo extra, no era capaz de aguantar la intensidad de Garuba, Ksostadinov y Veesar en la zona, a pesar de tener opciones de ganar el encuentro hasta última hora , incluida una acción fallada por Caicedo y Ubal a menos de 20 segundos para terminar un encuentro que tuvo un resultado de 81-78 y proclamando campeón al Madrir.

Eli Ndiaye fue proclamado MVP del evento y junto a James Nnaji, Michael Caicedo, Nikola Djurisic y Kymany Houinsou en el quinteto titular de la competición para cerrar una competición de vértigo donde ganó el favorito que menos errores cometió en los momentos clave del evento.