Tra toda una vida jugando europeos, Laia Palau recibía un homenaje por el camino recorrido minutos antes de empezar el segundo partido del Eurobasket, con el objetivo de sumar una victoria tras la sorprendente derrota contra Bielorrusia en la jornada inaugural del torneo.

Laia Palau y Silvia Domínguez celebrando la victoria. Foto de FIBA.

Laia Palau empezó defendiendo con intensidad a Elin Eldebrink y asistiendo a Astou Ndour al contraatque, buscando generar acciones con las jugadoras interiores para aprovechar la poca altura del juego interior sueco, pese a que también encontró a Ouviña en la media distancia para aprovechar espacios hasta que a falta de 4:12 para terminar el periodo y tras un tiempo muerto, Lucas Mondelo la sentó en el banquillo con el marcador de 12-8 y que terminó con un marcador de 21-9.

Durante el resto del encuentro:

En ataque buscaba posicionarse de la mejor forma posible para abrir huecos a sus compañeras, dejando fuera de situación a jugadoras como la joven Klara Lundquist y la ‘eficiente’ Ellen Nystrom, se ponía manos a la obra en las posesiones estáticas con mayor obligación estratégica, dando ese impulso extra por su veteranía, especialmente en el apartado de asistencias.

En defensa emparejada con la propias Lunquist y Nystrom o con Elin Eldebrink (fuera la organización defensiva que fuera) controlándolas, en la medida de lo posible, para mantener el buen nivel defensivo del conjunto y no dejar que Suecia tuviese opciones reales de remontar.

En general fue un partido en el que

Tras 17:12 minutos de juego, Laia Palau cogió 1 rebote y dió 7 asistencias para sumar 10 créditos de valoración en un partido donde rentabilizó mejor su presencia en pista y logró dar ese toque de estabilidad al combinado español para sumar la primera victoria del Eurobasket en Valencia.