En la previa del partido, Anastasiya Verameyenka y Alexia Bentley hablaban de que debían «confiar en sí mismas» después de «no haber ejecutado» bien acciones clave, especialmente los «últimos tiros» y que se tenían que «preparar `para el siguiente partido» y «seguir» con su estilo, especialmente frente a una Suecia que les iba a poner problemas tras su derrota con España.

Alexia Bentley celebrando una canasta en el banquillo bielorruso. Foto de FIBA.

El partido empezó con Alice Nystrom junto con las hermanas Eldebrink (Frida y Elin) liderando al conjunto escandinavo, logrando ponerse por delante en el marcador rápidamente; pero Masha Papova, Anastasiya Verameyenka y Volha Ziuzkova lograron igualar el nivel de intensidad, dando pie a un empate a 10 tras cinco minutos de juego.

Papova seguía liderando a las suyas para darle la vuelta al marcador, contando con la inestimable compañía de Alexia Bentley para ello, por mucho que jugadoras como Emma Johanson y Binta Drammeh aparecieran para tratar de aportar en el conjunto sueco, aunque no fue suficiente para dejar un marcador de 18-25 al final del primer cuarto.

En el segundo cuarto, Bielorrusia empezó con un parcial de cinco puntos, teniendo a Viktoriya Hasper como gran referencia en ese tramo, que acabó frenó Elin Eldebrink pero que no sirvió para empezar a recortar distancias porque el cuadro bielorruso mantenía el liderazgo en el partido, dejando un marcador de 21-36 a cinco del descanso.

El conjunto dirigido por Nataliya Trafimava mantuvo su ritmo del encuentro y anotó más de lo que estaba haciendo en el torneo, dando pie a que, más allá de saber frenar al conjunto sueco, también castigaron sus errores, a pesar de que E.Eldebrink y Drammeh lo intentaron por todos los medios, dando pie a que el marcador fuera de 29-40, mostrando el buen nivel del conjunto de Europa del Este en el evento.

La segunda parte empezó con Elin y Frida Eldebrink junto a Kalis Loyd tratando de darle la vuelta al partido, pero el buen trabajo coral de Bielorrusia, con Masha Papova y Alexandria Bentley, dando muestra de que Bielorrusia era mucho más que ganar a pocos puntos con una serie de hechos que daban pie a que el marcador fuera de 35-46 pasados cinco minutos tras la reanudación

El ritmo de juego seguía siendo alto pero Suecia, que seguía forzando faltas y cerrando mejor el rebote, pero Papova y Bentley estaban haciendo un trabajo descomunal para que su equipo lograse rematar el trabajo, dejando por el camino un marcador de 42-57 al diez minutos para el final del partido.

El último cuarto fueron Vihktoria Hasper, Tatsiana Likhtarovich y Aliaksandra Tarasava las que se sumó al festival anotador de su equipo, mostrando como la exrepública soviética también era capaz de ganar a más de 55 puntos y agobiando a una Suecia que no fue capaz de entender ese cambio de patrón de juego de su rival, dejando un resultado de 46-68 a cinco minutos del final del partido.

Finalmente, Bielorrusia en modo apisonadora acabó venciendo por 54-78, contra un equipo «bajito» como Suecia, con un quinteto de «bajitas» como comentaba Kalis Loyd en Zona Mixta, sabiendo que tendrán que «esperar» para pasar y lograr su objetivo de «pasar de grupo y luego ya veremos», aunque ya estuvieron en esa situación en 2019.