Francia estaba de nuevo en la final, tras vencer cómodamente a Bielorrusia para enfrentarse a una Serbia que sufrió hasta el último minuto para volver a la final del Eurobasket, como en la edición de hace 6 años, tras dos ediciones donde España había controlado el cetro europeo, tocaba un cambio de dueñas.

Ana Dabovic lanzando liberada como reflejo del encuentro. Foto de FIBA

El partido empezó con Sandrine Gruda y Jelena Brooks anotando en los primeros compases antes de que las defensas y los errores en ambos lados de la pista empezasen a sucederse, pese a un triple de Valeriane Vuksovljevic, dos canasta de Sonja Vasic y una de Endene Miyem para dejar un resultado empatado a 5 tras los primeros cinco minutos de juego, dando muestra de la intensidad y presión que se estaban viviendo en el encuentro.

Con una amplia representación de aficionados galos en la pista, el equipo dirigido por Valerie Garnier se mantenía en partido pero no era capaz de hacer frente al buen nivel del equipo balcánico, que a pesar de cometer ciertos errores incomprensibles, implicó a todo el mundo en defensa y sumando a la MVP de 2015, Ana Dabovic, a la causa anotador (con un triple) Tina Krajisnik para que canastas aisladas como la de Alexia Charterau o Gabby Williams no tuvieran impacto, siendo el 11-14 en el marcador.

El segundo cuarto empezó con canastas de Yvonne Anderson y Angela Dugalic, con Williams siendo la jugadora que anotaba y más se implicaba en defensa por parte del conjunto galo, con Sarah Michel como único soporte en su equipo ante la falta de referencia. La falta de anotación en ambos lados de la pista y el gran nivel de Krajisnik en defensa llevaban a que el marcador fuera de18-22 a cinco minutos del descanso

Anderson, dos tiros libres de Jelena Brooks, la gran habilidad e intensidad en defensa y un triple de Sonja Vasic liberada sirvieron a Serbia para distanciarse en el marcador hasta la decena de diferencia en un punto donde un triple de Vukosavljevic y otro de Michel junto a una perdida de Serbia sirvieron como revulsivo y de nota positiva del periodo, que sumado a dos tiros libres de la antes conocida como Valeriane Ayayi dejaban el marcador en 26-31 al descanso.

El tercer cuarto empezó con tensión, pero tanto Sonja Vasic con una bandeja y una buena defensa como Ana Dabovic con dos triples seguidos le devolvieron al conjunto balcánico una diferencia por encima de los diez puntos, que sumado a su gran hacer en la defensa del aro propio y en la presión en la canasta contraria, alcanzando un marcador de 28-41 pasados cinco minutos tras reanudación con una pantalla entre Tina Krajisnic y Anderson además de dos tiros libres de Valeriane Vukosavljevic en un minuto.

Anderson y Neca Jovanovic abrieron la brecha que ya había en el marcador hasta casi los veinte puntos de diferencia, apoyados en una gran defensa que solo un par de acciones como una bandeja de Vukosavljevic, un buen balance de Alexia Chareterau (forzando una antideportiva y anotando los dos tiros libres tras varias buenas defensas) junto a un par de acciones (triple y una bandeja) de una desaparecida Marine Johannès durante el resto del encuentro dieron pie a que intentasen remontar el encuentro, que tras dos tiros libres de Helena Ciak lograban poner un marcador de 40-48 a falta de diez minutos para el final del partido.

Al inicio del último cuarto, el nivel defensivo del conjunto francés volvió a subir para mantenerlas de lleno en el partido, pero sus constantes errores las privaban de poder darle la vuelta en el marcador, cosa que aprovechó Anderson desee la media distancia y Jelena Brooks en la primer ocasión que tuvieron (triple y rebote loco del partido en su haber), a pesar de que Chartereau y Vukosavljevic aguantaban como podían al cuadro galo, ya que el equipo balcánico acabó recuperando la jerarquía defensiva del anterior periodo y se fue desinflando la del equipo dirigido por Valerie Garnier. Gruda trató de hacer acto de presencia sirvió para variar las tornas en el encuentro, siendo de 46-57 a cinco minutos del final del encuentro.

Finalmente, ganó Serbia por 54-63 y con Sonja Vasic como MVP del torneo que acabaron ganando a Francia, como en 2015 y sin ser favoritas en Valencia, tras un torneo que no parecía el idílico si lo hubieran imaginado en el país balcánico y terminando con toda la plantilla cantando el equipo cantando el himnos, desde la capitana Jelena (Milovanovic) Brooks hasta la nacionalizada Yvonne Anderson para ganar en España, devolviéndole la conquista continental en territorio propio.