El partido por el bronce se iba a decidir entre dos equipos de sedes distintas, que habían caído con ‘cocos’ de lugar diferentes, mostrando la diversidad de talento en el torneo y derivando en un encuentro entre dos selecciones que llevan pelando por dar un paso más varios torneos pero que siempre se quedaban a mitad camino de lograr objetivos de alto nivel.

El partido empezó Antonia Delaere y compañía haciendo una gran labor en ambos lados de la pista, con Emma Messeman como jugadora más acertada del equipo junto a la nueva componente del Basket Zaragoza, tratando de contener al duo Masha Papova – Anastasiya Verameyenka que mantenían el ritmo a las belgas, a pesar de no dar con la clave para encontrarse cómodas en el parqué, provocando que el marcador fuera de empate a 12 tras cinco minutos de juego.
Messeman y Delaere seguían tratando de acelerar el ritmo del partido para no dejar jugar con comodidad, logrando que Kim Mestadgh, Kyara Linskens y Julie Vanloo se sumasen a la causa para marcharse por con una decena de diferencia, dejando un marcador de 13-23 al final del primer cuarto.
El segundo cuarto empezó con la aparición anotadora de Allemand y con Linskens manteniéndose como referencia anotadora junto a Meesseman para mantener el liderazgo del partido, más allá de que Papova y Verameyenka y Papova mantuvieran el marcador apretado, dejando un marcador de 22-29 a cinco minutos del descanso.
Meesseman seguía manteniéndose como la líder del conjunto dirigido por Philip Mestdagh junto a Delaere o Liskens mientras Alexandria Bentley o Vikhtoria Hasper aparecían a cuentagotas para seguir dando opciones al equipo dirigido por Natalyia Trafimava, dejando un marcador de 30-40 al final de la primera parte
El tercer cuarto empezó con ambos equipos contestando al rival en anotación, con un tira y afloja de varios minutos que acabó beneficiando a Bielorrusia, con Bentley como figura principal de la reacción pero la reaparición de Julie Allemand en pista dio el paso necesario para que el conjunto belga se mantuviera por delante con un marcador de 42-52 pasados cinco minutos tras la reanudación.
A pesar del marcador, Bielorrusia mantuvo la cara al partido, con Verameyenka como referencia global para intentar remontar el marcador adverso que las jugadoras de Bélgica habían logrado consolidar gracias a su buena labor defensiva y con las Mestdagh (Hanne y Kim) realizando una gran labor en ataque para intentar dar la estocada definitiva al encuentro, con un marcador de 49-61 a diez minutos del final del partido.
El último cuarto empezó con una canasta de AleksandrIa Tarasava, que junto a Volha Ziuzkova había estado ayudando en el cuarto anterior para que no se notase la bajada de acierto de sus jugadoras principales, que estaba dejando mucho hueco para que Kyara Linskens anotase en la zona cómodamente, con alguna breve aparición de Verameyenka, que no sirvió para que un nuevo triple de Dealere pusiera el 58-73 en el marcador a cinco minutos del final del partido.
Finalmente, Bélgica se llevó el bronce por 62-75 ante una Bielorrusia que se desinfló en los momentos clave del encuentro y no fue capaz de dar la sorpresa frente a un combinado mejor organizado que recuperó el bronce de 2017 para iniciar un verano intenso, con los Juegos de Tokio como gran aliciente.