Grecia se perdió el Eurobasket de 2019, no estará en Tokyo y tampoco podrá participar en el Mundial de 2022 al no poder acceder al premundial, pero el camino para renovar la vieja guardia ya ha empezado y que el seleccionador nacional, Vasileios Maraslinos, la haya convocado sin haber cumplido ni tan siquiera los 18 años (cuando su último torneo de categorías inferiores fue el Europeo sub’16 de hace dos años) muestra con hechos el futuro que atesora la joven alero, cosa que ha quedado reflejada en su presencia en Valencia.

La dorsal ‘5’ de Grecia lanzando desde el triple frente a Beatricce Attura. Foto de FIBA.

Eleni Bosgana (Atenas, 4/12/2003) ha sido la jugadora más joven en pisar el parqué durante el Eurobasket disputado entre Valencia y Estrasburgo, en el cual su equipo no ha logrado ni una sola victoria en el Pabellón de La Fuente de San Luis, donde ha debutado con la selección helena en un gran torneo internacional en categoría absoluta, tras haber hecho sus primeras apariciones con el equipo durante los clasificatorios para el evento.

7,3 puntos y 3 rebotes en 16,7 minutos en pista son unas medias más que óptimas para un debut extraño donde llegó a tener tiros libres que pudieron haberle dado alguna opción a su selección de sumar la victoria del honor frente a Italia en el último partido de la fase de grupos, pero las circunstancias generales no acompañaron y tendrá que esperar a los clasificatorios de cara al Eurobasket de 2023 para volver a ponerse la camiseta de su país, con la que se «siente a gusto» tras sus primeros pasos en un certamen de esta magnitud donde vio como sus minutos crecieron tras una aparición casi testimonial en el encuentro inaugural contra Montenegro.

Tras su último partido en el evento, que terminó con derrota frente a las transalpinas a pesar de sus 21 créditos de valoración, pasó por la zona mixta, manteniendo la compostura propia de una jugadora mucho más veterana de lo que es ella ahora mismo, hecho que sí se vio en los mencionados tiros libres durante tramos importantes del encuentro, situación «que no había vivido nunca» y donde le pudo la presión, pero estuvo arropada por su equipo en todo momento, entendiendo el potencial que posee la joven y que, momentos así, le pueden dar la madurez necesaria para brillar en otros puntos de su carrera, tal como ella misma reconocía en el propio postpartido.

Como muestra de su evolución, su balance en pista en el combinado griego frente a la Serbia campeona (con Sonja Vasic como referencia) fue de -4 y 6 créditos de valoración tras 20 minutos en pistas, con compañeras que sumaron un acumulado de puntos en contra muy superior jugando unos pocos minutos menos, mostrando con datos su implicación en estos primeros encuentros con la selección absoluta a nivel internacional. Un paso adelante para una jugadora que podría disputar, de nuevo, torneos de categorías durante el 2022, ante la imposibilidad de poder jugar la Copa del Mundo con la absoluta y permitiendo que su juego siga desarrollándose de cara a los próximos clasificatorios para el Eurobasket de Eslovenia e Israel.

Tras todo ello, inicia su ciclo en la universidad americana de Stanford para seguir sumando experiencias para la próxima década, donde será clave en el crecimiento del país balcánico-mediterráneo tras haber dado el salto de jugar con la selección sub16 del país en 2019 a debutar en categoría senior durante la cita europea realizada en la Capital del Túria en la primera ocasión que las circunstancias producidas por la pandemia del Coronavirus permitieron un evento de esta magnitud, dando muestra de las esperanzas que tienen en una jugadora que se ha destapado como una de las agradables sorpresas del torneo.