Llegó la final al Preolímpico de Victoria (Canadá), sin su anfitrión en liza, pero con dos equipos que buscaban reivindicarse con ese pase a la final, con el sorpresivo combinado centroeuropeo logrando el billete para disputar su primera competición olímpica a finales de mes en el país nipón donde no estará el país mediterráneo ni su ya ex-seleccionador nacional

La República Checa participará por primera vez en el torneo olímpico de baloncesto masculino 5*5, tras vencer a Grecia por 97-72, en un partido que empezaron a controlar mediado el tercer cuarto de un partido que ha sido el último de Rick Pitino como entrenador principal de la selección griega, con frases como «No hay futuro para mí, ya no soy el seleccionador nacional de Grecia» a pesar de que ama a «Grecia y a los jugadores» que ha entrenado en su tiempo como seleccionador helénico, tal como indicaba en sus propias redes sociales con mensajes como este:
«Este periodo siendo el responsable de dirigir a los jugadores (de la selección) de Grecia ha sido fabuloso. Ellos tienen mucha pasión y siempre los estaré apoyando desde la distancia. Los principios y el estilo están aprendidos ¡Y el futuro es brillante!» comentaba el técnico a modo de despedida en Twitter.
Con ello, se cierra una etapa en el baloncesto griego y se continua con una brillante trayectoria ascendente para el checo, que tras su buen papel en el Mundial de China de 2019, jugará en Tokio sin presión alguna y con una plantilla donde nombres tan representativos como Tomas Satoransky, jugador de Chicago Bulls y nombrado MVP de la sede de Victoria, Jan Vesely, jugador del Fenerbahçe y MVP de la Euroliga en 2019, o los ex-ACB Ondrej Balvin, que el año que viene debutará en la B-League japonesa, o Patrick Auda, que ya tiene cierto recorrido en la competición nipona. Con ellos como referencia en la pista, su selección, por méritos propios, la principal candidata para dar la sorpresa en las Olimpiadas.