Los finalistas de 2004 no había vuelto a una cita olímpica desde su plata en tierras griegas y la victoria por 92-82 frente al combinado teutón (cuya última presencia fue 2008) que empezó mejor el partido pero se deshinchó en los momentos claves y no logró mantener la diferencia frente al ímpetu del combinado transalpino en el segundo partido de la competición.

Creatividad de la selección italiana

Nadie esperaría que, tras sumar una plata olímpica en Atenas 2004, Italia tardase 17 años en volver a la cita olímpica y hablando solamente de criterios deportivos. Tanto los azzurros como los alemanes, en su primera cita olímpica tras la retirada de Dirk Nowitzki, llegaban al torneo como grandes sorpresa por su buen papel en los preolímpicos y el partido estuvo a la altura.

Isaac Bonga, Maodo Lo y compañía fueron capaces de empezar el encuentro con mucho más ritmo y más acierto, cosa que no dio a las al conjunto de Romeo Sachetti cuando el ‘subidón’ inicial del cuadro germánico se estabilizó a medida que se acercaba el descanso y fue suficiente para mantener el encuentro abierto hasta el final.

Con Simone Fontecchio, Stefano Tonut y Danilo Gallinari como piezas clave junto a hombre como Nicolo Melli, Ricardo Moraschini, Alessandro Pajola o Niccolo Mannion apareciendo en momentos puntuales, el conjunto italiano logró distanciarse en los minutos finales con un marcador que poco tenía que ver con la norma general del partido.