Tras la victoria del conjunto africano en Las Vegas que puso las alarmas en un lado y la alegría en el otro, ambos equipos han sido incapaces de sumar en positivo durante su estreno en la cita olímpico, siendo los galos y los australianos los que toman ventaja en los grupos A y B junto con la República Checa e Italia.

Caen Estados Unidos y Nigeria el mismo día. Dos derrotas imprevisibles teniendo en cuenta las expectativas generadas en las últimas fechas por el equipo africano y por la historia del equipo americano, que no había perdido un partido olímpico desde Atenas 2004, la última vez que no se colgaron la medalla de oro en un torneo de esta envergadura.

Los australianos mostraron a los nigerianos, con una plantilla bastante cambiada respecto a su última cita olímpica, como se debía competir en baloncesto FIBA. A pesar de que el inicio fue entretenido y con variantes para ambos equipos, el conjunto oceánico tiro de experiencia para terminar venciendo cómodamente por 84-67.

Por su parte, Estados Unidos empezó con una cómoda ventaja en el marcador, pero los problemas de faltas de Kevin Wayne Durant y Zach LaVine dejaron poco margen de maniobra a un equipo poco experimentado en este tipo de eventos, a diferencia de una Francia (a pesar de no poder contar con Gerschon Yabusele durante el tercer cuarto por molestias) con experiencia NBA y FIBA por parte de diversos jugadores clave como Rudy Gobert, Nicolas Batum o Evan Fournier, que acabaron rematando el trabajo para lograr una histórica victoria por 83-76, a pesar del buen trabajo de Bam Adebayo y Jrue Holiday.