Tras dos semanas de auténtico vértigo y definido también el desenlace en el cuadro masculino, Estados Unidos y Japón jugarán las final del torneo femenino tras superar a las únicas dos selecciones europeas que seguían con opciones de alcanzar la final en esta cita olímpica, marcada por la falta de público en las gradas.

Creatividad a partir de fotos FIBA

Llevan desde 1996 como campeonas y todo apunta en la misma dirección en 2021. Estados Unidos, con Dawn Staley como jugadora en el inicio de aquel camino de éxito y como actual seleccionadora del equipo americano para mantener el dominio en el torneo olímpico, superó a Serbia, actuales campeonas de Europa, para continuar siendo el oro perenne e inalcanzable por su conocimiento de las reglas FIBA sumado al enorme talento que atesoran todas y cada una de las posibles representantes a elegir.

A pesar de que el conjunto dirigido por Marina Maljkovic empezó aguantando los golpes y trató de resistir con el recurso de ampliar la rotación para que las menos habituales durante el torneo pudieran generar un amago de factor sorpresa durante varios minutos, pero aún así la magia de Diana Taurasi, Breanna Stewart o Sue Bird y la potencia en la zona de Tina Charles o Brittney Griner fue suficiente para vencer 79-59 y acceder a una final que supone acercarse a la posibilidad de poder cerrar un círculo en cita de LA’2028.

Por otro lado, las anfitrionas volvieron a ganar a Francia y lo hicieron con más contundencia que en la fase de grupos, logrando vencer por 87-71 en un partido donde el equipo galo llegó a tener una cómoda ventaja al inicio del primer cuarto pero que poco a poco fue cayendo ante la eficiencia técnica del conjunto nipón, que asegura medalla por primera vez en su historia en esta disciplina y sueña con ganar a las americanas en territorio propio, por mucho que el ‘factor cancha’ no vaya a influir de forma activa en ello.

Con ello, Francia y Serbia pelearán por el bronce, tal y como hicieron por el título de campeonas de Europa hace unos meses, donde Sonja Vasic certificó su gran actuación al ser nombrada MVP del torneo y cuyo partido final en la capital nipona supondrá su retirada de la práctica profesional de baloncesto tras un carrera llena de éxitos.