Los americanos, pese a las dudas mostradas en los partidos preparatorios y su mal resultado en China hace dos años, mantuvieron el oro olímpico por cuarta edición consecutiva y con un Kevin Durant de absoluto record para vencer a Francia en una final que tuvo de todo. En la pelea por el bronce, Australia logró el bronce para tener su cita con la historia mientras la debutante Eslovenia deberá esperar para ello.

Estados Unidos gana el oro olímpico. Puede parecer casi un epíteto añadir el adjetivo de la competición que acaban de vencer pero no lo es. Ni por el mal resultado en el Mundial, que casi les deja sin la clasificación directa, ni por la derrota contra la propia Francia en la fase de grupos, con los fantasmas de Atenas 2004 apareciendo en el horizonte tras la derrota contra el conjunto galo en ese inicio de torneo.
El partido en sí fue de idas y venidas constantes, pero siempre bajo el dominio del equipo americano, que vio como el dominio en la zona de Moustapha Fall o Rudy Gobert les podía poner en apuros, pero tanto ‘KD’ (líder en todo tipo de anotación y medallas obtenidas en el masculino), Jason Tatum o Jrue Holiday aguantaron los golpes y lograron mantener el control del partido pese a los intentos de última hora para, cinco años después del logro de Río de Janeiro,
Hablando de historias olímpicas completas o incompletas, Australia completó el ciclo de toda una generación de jugadores que, pese a no poder sumar la presea dorada, si han sumado a sus vitrinas un bronce que les sirve como broche ideal a su presencia con la selección (incluido el lesionado y hospitalizado Aaron Baynes, a expensas de saber cuando podrá volver a jugar). Por su parte, la ‘joven’ (en más de un aspecto) Eslovenia de Luka Doncic deberá seguir intentándolo en las próximas ediciones olímpicas, siempre teniendo en cuenta que el actual jugador de los Dallas Mavericks quiera pelear por ello.
El encuentro por el bronce, Australia empezó fuerte para tener una primera gran ventaja pero Eslovenia no quiso hacerlo tan fácil, encontrando huecos en la defensa oceánica. Pese a ello, la mejor versión del Patty Mills en el torneo puso los puntos necesarios como para que la tercera plaza de la cita japonesa tuviera dueño océnico, con representantes aborígenes como el del ya nuevo jugador de los Brooklyn Nets, el abanderado en la ceremonia de apertura para su nación y en pista para los ‘Boomers’ durante este evento.