Tras un verano donde no acompañaron los éxitos y donde la polémica sigue presente tras las declaraciones cruzadas sobre lo que ocurrió durante la etapa de Lucas Mondelo como seleccionador nacional mientras el ciclo olímpico para París 2024 sigue su curso con el sorteo para las Ventanas de clasificación para el evento que tendrá lugar en Eslovenia e Israel en menos de dos años y que será clave para el futuro del grupo.

La selección española de baloncesto femenino ha visto como en menos de dos meses ha perdido el título de mejor equipo europeo, quedarse sin opción de jugar el mundial de forma prácticamente directa tras caer con Rusia y ver como la posible despedida de Laia Palau de la selección tras unos extrañas olimpiadas.
Contra Corea, siendo el partido inicial y tras lo visto en Valencia, que fuera un encuentro igualado levantó algunas alarmas que se acabaron silenciando por el resultado además de por el rendimiento del equipo asiático durante el resto de la fase de grupos, dejando un buen sabor de boca en al inicio del torneo.
Contra Serbia parecía que todo volvía a brillar, que lo ocurrido en los cuartos de final del Eurobasket habían estado determinados por factores que no se podían controlar en ese momento y que, con la selección al completo, seguían siendo el gran equipo a temer después de las imbatibles americanas.
Contra Canadá se mantuvo esa idea de que lo ocurrido en el torneo continental había sido solamente mala fortuna y que el camino a las medallas podía ser complicado pero si parecía factible con todo la plantilla al completo para los momentos clave del torneo en el Saitama Super Arena, con esperanzas plateadas
Pero contra Francia dio un giro todo aquello que se venía viendo durante la semana anterior. Nada salía en los momentos clave, el balón se escapaba de las manos y los tiros no metidos, en diversas posiciones de la pista, que acabaron terminando con la esperanza de medalla y generando la primera polémica post-JJOO.
Con todo ello, unido a las declaraciones y/o despedidas que se han ido dando a lo largo, no solo del verano, sino durante todo el año y que han acabado dando pie a un punto donde la salida de Lucas Mondelo ha dado pie a que se destape la ‘caja de pandora’, por llamarlo de alguna forma, dando pie a que el despido del que era seleccionador hasta hace unas pocas semanas se convirtiera en una de las cuestiones abiertas con más aristas del baloncesto español hasta la fecha.
Pero, a pesar de ello, la competición no espera a nadie y la ruta de clasificación para el Eurobasket de 2023 ya ha comenzado, ya que los resultados de este verano han impedido la posibilidad de poder clasificarse de cara al Mundial de Australia del próximo año. Hungría, Islandia y Rumanía serán los rivales principales para obtener una plaza en el evento continental desde el próximo día 11 de noviembre (con el contrato del aún seleccionador expirando el día 6 del mismo mes), sin tiempo para poder reaccionar después del verano donde un el grupo que dio pie a que el grupo capaz de lograr el ciclo dorado en la historia del baloncesto femenino nacional vio en pista y mostró fuera de ella que no siempre es oro todo lo que reluce.