El entrenador gallego iniciará su andadura oficial como seleccionador en las Ventanas FIBA de noviembre y después de que en octubre afronte la SuperCopa de Europa ante un Valencia Basket, equipo donde 6 de sus jugadoras tienen opciones reales de formar parte de la primera convocatoria del senior femenino tras un verano en blanco tras los el Eurobasket y los JJOO .

Tras las la destitución de Lucas Mondelo, las declaraciones de jugadoras como Marta Xargay o Anna Cruz, hablando de diversas situaciones negativas a nivel extradeportivo y de cariz personal, que señalaban directamente al ya ex-seleccionador como máximo responsable de ello y que siguen provocando sus respectivas respuestas, daban pie a pensar que el ciclo dorado de la selección no fue todo ‘brillante’. Todo esto se precipitó tras un verano en blanco, cuyo final se produjo hace unos días con el nombramiento del nuevo seleccionador: Miguel Méndez.
El experimentado entrenador vigués, que lleva años como entrenador principal del Ekaterimburgo, gran dominador del equipo del panorarma europeo con un equipo de auténtico vértigo, afronta otro reto de altos vueltos tras su reciente nombramiento.
Las particularidades de la temporada permitirán que el conjunto ruso se enfrente esta temporada al Perfumerías Avenidas de Salamanca de Silvia Domínguez, Leonor Rodríguez y Maite Cazorla en la fase de grupos de Euroliga, además de al Valencia Basket de Cristina Ouviña, Queralt Casas, Raquel Carrera, Laura Gil, Leticia Romero y Ángela Salvadores en la SuperCopa de Europa el próximo 22 de octubre en ‘La Fonteta’, la cuál será el primer partido de competición oficial que dispute en territorio nacional tras su nombramiento como entrenador del conjunto nacional.
Con los diversos partidos que afrontará entre finales de este año y principios del siguiente, Mendez tendrá la primera toma de contacto con un conjunto en el que varias de sus integrantes podrían disputar la WNBA durante el próximo periodo primavera-otoño al no poder acceder al Mundial de 2022 tras no superar las derrotas contra Rusia y Francia en el Eurobasket de Valencia y los Juegos Olímpicos de Tokio, respectivamente, pudiendo darse la vuelta de Maite Cazorla y la llegada de Raquel Carrera a un proyecto muy particular como el que es Atlanta Dream, donde a pesar de su renovación a nivel administrativo no acaba de arrancar en lo deportivo, lo que puede suponer galones extra para las dos jóvenes en la temporada número 26 de la competición americana.
Más allá de las jugadoras jóvenes que ya han formado parte de convocatorias anteriores, el nuevo entrenador también deberá hacer frente a la marcha progresiva de las jugadoras del ciclo dorado del equipo que siguen formando parte del proyecto, con especial atención a la decisión final de Laia Palau y sin olvidar a jugadoras como Silvia Domínguez o Alba Torrens, que ya superan los 30 años, además de jugadoras jóvenes como Ángela Salvadores, Irati Etxarri, Aina Ayuso, Laia Flores o Nogaye Lo; que han formado parte de las diversas categorías inferiores y que llevan algún tiempo en la órbita del combinado senior sin llegar a estar en convocatorias oficiales o casos como los de Rosó Buch, Helena Oma, Alba Prieto o dos de las campeonas de Europa en 3×3, Vega Gimeno y Sandra Ygueravide. Todas ellas son jugadoras que podrían aportar variantes diferentes al equipo nacional tiene actualmente.
A más allá de ello, el nuevo seleccionador también deberá afrontar, a nivel general como el conjunto nacional mantiene su competitividad para seguir alcanzando éxitos (incluyendo el próximo Eurobasket en 2023), gestionar los desajustes que se puedan haber creado en el grupo tras un extraño verano y como afronta la progresiva entrada de la prolífica generación del 2003 Txell Alarcón o Claudia Contell a largo plazo para ocupar espacios que vayan apareciendo en el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la máxima representación del baloncesto español femenino a nivel de selecciones.