Tras el partido disputado en la Seu, el viaje a Kursk suponía un reto de altos vuelos (en varios aspectos) frente a uno de los equipos que mejor había empezado la competición, incorporando piezas que habían encajado con las que ya estaban dando pie a formar un equipo correoso no muy del estilo donde puede lucirse la ‘3’ del Uni Girona.

Laia Palau tratando de asistir en estático. Foto de EuroleagueWomen.

Laia Palau empezó el partido como titular, intentando defender a Olga Frolnika sin éxito en el primer ataque (que acabó con un triple de la rusa), con Arike Ogubonwale, forzando una falta de ataque a Eva Lisec y ayudando puntualmente con Natasha Howard, estuvo mayormente defendiendo y siendo defendida por Nika Baric, que la rebasó por velocidad en un par de ocasiones pero no logró nada productivo. Además, su rol de líder y entrenadora dentro de la pista, le permitía corregir los desajustes técnicos del equipo, que no carburaba en ataque y que trataba resistir en defensa las envestidas del equipo ruso. Alfred Julbe la cambió por Laia Flores con 16-9 a falta de 4:13 para el final del primer cuarto, que termino con un 27-19 de marcador parcial en el vacío Sport Concert Complex de Kursk debido a las restricciones en la región por la evolución de la pandemia.

Durante el resto del encuentro:

En ataque gestionó menos que otros partidos ya que jugadoras como Rebekah Gardner trataron de coger dicha responsabilidad, pero siguiendo tratando de encontrar algún hueco suficiente para poder asistir a sus compañeras, incluyendo alguno de pista a pista, fuera Nika Baric o Epiphany Prince la que tratase de frenar dichos ataques, pero no fue capaz de que su juego impactase contra una defensa muy física y poco resquebrajable, que dejaba distancias cercanas a los veinte puntos, como fue el caso del final del encuentro.

En defensa trató de parar principalmente a Baric y a Ogubonwale. que apretaron lo suficiente para obtener réditos de dichos emparejamientos de forma general, tal como pasó cuando Howard volvió a cruzarse por allí, con un par de canastas que anotó fácilmente y otra situación que no fructífero como balance o dos ocasiones donde con más o menos acierto trató de parar a Eva Lisec, a pesar de que si hubo alguna acción de robo más contraataque bien finalizado cuando tuvo que frenar a Prince para tratar de resolver el poco acierto que había por parte del equipo en ambos lados de la pista.

En general no fue un día donde no salió nada y solo se pudo maquillar estadística en un encuentro donde Howard lo hizo todo bien, dejando poco espacio al resto para funcionar, en un encuentro donde la veterana base no pudo hacer fluir el juego como en otras fechas como se reflejó tanto en el ritmo de juego como en las estadísticas individuales.

Tras 22:39 minutos en pista, Laia Palau capturó 1 rebote, repartió 5 asistencias y sumó 7 créditos de valoración (pero un -12 con ella en pista) en un partido complicado en el juego pese a que el Dinamo Kursk no contó con ‘factor cancha’ como tal por la falta de público pero que sirve de ‘alerta’ para un Uni Girona que está viviendo una de las Euroligas más locas que se recuerdan en la última década.