El partido matinal de la jornada dominical en La Fonteta con un equipo como el valenciano que no había logrado ninguna victoria en competición nacional y el conjunto sevillano solo había sumado una victoria desde que comenzó la competición, dando pie a que una de las dos tendencias cambiaría tras un partido que se prometía muy físico.

Bojan Dubljevic ‘peleando’ en la zona con Vitto Brown, foto de Miguel Ángel Polo

El partido empezó con Marko Todorovic, Beqa Burjanadze, Shannon Evans y Martin Hermansson en un inicio convulso de partido que beneficiaba mucho al cuadro sevillano, que se mostraba muy cómodo hasta que el juego interior con Jasiel Rivero y Bojan Dubljevic trató de revitalizar el juego en ataque del conjunto local, que dejaba un marcador de 8-10 tras cinco minutos de juego.

Labeyrie, Xabi López-Arostegui y Dubljevic junto con la presencia de Klemen Prepelic activaron el modo ‘presión total’ del equipo dirigido por Joan Peñarroya; apretando en todas las líneas posibles para recuperar balones, forzar pérdidas y sumar puntos tras todo ello para ir poniendo diferencia en el marcador a pesar de algún pequeños errores, compensados con una acción del escolta esloveno de Valencia Basket para que Jaime Pradilla machase casi al final del primer cuarto para dejar un marcador de 21-17 como resultado del periodo.

Pradilla y Josep Puerto, con un 2+1, pusieron intensidad a la inicio del segundo cuarto, con ayuda de un Prepelic que estaba en todo (robando, anotando el primer triple del partido y asistiendo, pese a alguna pérdida) y al que se unió Hermannsson con una conducción del juego a niveles altos y algo de anotación, con el juego interior conectando bien, siendo muestra de ello una bandeja de Pradilla tras un pase casi a la remanguillé de Dubljevic. Un triple de Pablo Almazán, con un tiempo muerto de Joan Peñarroya para evitar más sustos de los que, fue la canasta para poner el 31-25 en el marcador a pocos segundos para llegar a los cinco minutos antes del descanso.

Hermannsson y Almazán pusieron algo más de ritmo en anotación en un tramo donde bajó levemente respecto a lo visto durante minutos anteriores, con Vitto Brown, Evans o Todorovic apareciendo como revulsivos de un Betis que no daba su brazo a torcer tanto con una defensa presionante como en ataque, logrando ponerse de nuevo por delante pero una canasta de López – Aróstegui ponía un 41-39 en el marcador al final de la primera parte.

Tras la reanudación, el partido se volvió una locura, con el Betis aprovechando para volver a ponerse por delante gracias al buen rendimiento de Shannon Evans o Vitto Brown, con Jaime Pradilla como única resistencia del equipo valenciano que seguía por detras del equipo andaluz en cuanto a ritmo de juego se refiere, que se ponía 54-55 pasado cinco minutos de un tercer cuarto dominando por el conjunto verdiblanco.

Prepelic puso un poco de aceleración a un Valencia Basket que seguía sin contener los intentos de un Real Betis que seguía manteniendo un ritmo óptimo para tratar de mantener su diferencia, pero el equipo taronja logró reducir el ritmo de juego a base de faltas y ritmo lento global para contener su ventaja, logrando mantener distancias cortas, con Martin Hermannsson cerrando el periodo con cuatro puntos seguidos de auténtico lujo que permitían dejar un marcador de 69-66 a falta de diez minutos para el final del partido.

El último cuarto, más allá de Louis Labeyrie y un tripe de Bojan Dublejvic el dominio del juego era otra vez del equipo sevillano, que con la presencia de Brenz Bleijenbergh en el ámbito anotador, habían recuperado el control del marcador pese a que Valencia Basket se mantenía en la línea de luchar hasta el final por el partido, dejando todo ello un marcador de 75-78 a cinco minutos del final del partido.

La sección bética de baloncesto logró que su renta subiera hasta los nueve puntos de diferencia (75-84) con Todorovic y Burjandanze anotando desde la línea de tres parecían rematar el partido, pero una última reacción del conjunto valenciano permitió que el desenlace final se alargase algo más de lo esperado, dejando un marcador final de 81-84 que mantenía la sequia local en competición nacional, hecho que suponía la segunda victoria del conjunto.