Tras vencer L’Alcora como ‘local’ y sumar como visitante en Castellón, Llíria afrontaba la despedida del Municipal de L’Eliana, recinto en el que contaba todos sus encuentros como victorias, hecho que quería evitar un equipo como Godella para resarcirse del abultado marcador en el Dolores Escamilla de la localidad de L’Horta Nord.

El partido empezó con Godella mandando, siendo Jason Lasso el artífice principal junto a Daniel Pérez mientras lograban contener al conjunto edetano, que no encontraba la forma de forzar puntos, incluyendo varios fallos desde la línea de tiros libres, hasta que Goodwin Osareren estrenó el casillero local tras 2:30 de juego con un parcial de 4-0, dando pie a un tramo donde ambos equipos fueron replicando uno al otro, con Carlos Faubel y Pau García tratando de igualar el trabajo de Lasso. Dos tiros libres de Osarenren pusieron el empate a 10 en el marcador tras cinco minutos de juego
Tras ello, García entró con todo al aro para poner la primera ventaja en el marcador para los locales, con Ximo Ródenas como referencia en ataque con 5 puntos seguidos; a pesar de que Hugo Albert, Salvador Hernández y Alejandro García trataron de contrarrestar el trabajo del dúo local, que logró llegar a final del primer cuarto con un marcador a favor de 21-20.
El segundo cuarto empezó con Nacho Maté y Lasso tratando de hacerse fuertes cerca del aro con irregular fortuna, siendo Rubén Ramos y Víctor Pérez los que aparecieron en escena para dar un paso adelante, pese al buen alley-oop que culminó Nacor Olmos con una bandeja que dio alas al conjunto visitante, manteniendo así el nivel de intensidad y anotación muy igualado. Una nueva presencia de Osarenren en pista supuso un soplo de aire fresco para Llíria, que se ponía 32-28 a cinco minutos del descanso.
Un parcial de 9-0 puso tierra de por medio para que los jugadores dirigidos por Víctor Rubio, que se mantuvieron en distancias cercanas a los diez puntos durante muchos minutos, siendo el joven Kelvin Meraño pieza clave en el movimiento del balón en ataque y forzando buenas ayudas en defensa, evitando así que el buen trabajo de Pérez tuviera mayor impacto en el partido, dejando ello un marcador de 43-32 al final de la primera parte.
Tras la reanudación, fue el equipo de Godella quién tomo el control del partido para intentar remontar, con Daniel Pérez y Hugo Albert a los mandos, pero Carlos Faubel y Godwin Osarenren mantuvieron el ritmo en ataque para ampliar la diferencia y dejar un marcador de 52-36 tras cinco minutos de juego del tercer cuarto
La anotación se atascó y ambos equipos trataron de buscar recursos para seguir sumando más allá de poder anotar, en un tramo donde el número de infracciones señaladas subió e influyó en el juego, que solo se reactivó en los últimos minutos del periodo a base de tiros lejanos, que terminaron dejando un marcador de 66-43 tras diez minutos de juego de la segunda parte.
El último cuarto volvió a tener color aurinegro, que puso una marcha más para terminar de rematar el encuentro con una serie de acciones con mucha fortuna, siendo Rubén Ramos y Nacho Maté los hombre clave para proporcionar una ventaja muy amplia para el conjunto lliriano, que estuvo cerca de doblar en el marcador a las ‘hormigas rojas’, siendo muestra de ello el 80-48 que lucía en el marcador con cinco minutos de juego aún por disputarse.
Finalmente, y tras un final de partido con el ritmo anotador fluyendo en ambos lados de la pista además de un ‘mini-festival’ de técnicas y antideportivas en ambos lados de la pista, Llíria consiguió la victoria por 96-64 a un Godella que resistió como pudo las circunstancias en la última jornada del año, siendo el último del conjunto edetano en L’Eliana y logrando mantener una racha de victorias que les permiten soñar con el objetivo de llegar a la segunda fase regular para subir a LEB Plata de la mejor manera posible.