Los Ángeles Lakers están siendo una de las grandes decepciones de la temporada. En verano eran uno de los grandes aspirantes al título, pero están situados en la novena posición de la conferencia Oeste. ¿Qué es lo que ha pasado para que estén dando un rendimiento tan bajo?

No hay un único culpable en esta mala temporada de los de púrpura y oro. Posiblemente ni siquiera todo sea culpa de alguien, y sea mala suerte. Al fin y al cabo Anthony Davis, la segunda estrella del equipo, y hombre llamado a liderar el futuro, solo ha podido disputar 37 de los 58 partidos que llevan disputados los Lakers en lo que va de temporada debido a las lesiones.
¿Esto es una excusa? Evidentemente que no. Los Lakers son el 26to equipo de 30 en puntos concedidos por partido, 112,4. Esto no son números de un equipo aspirante al título. Es más, no son números ni de equipo de PlayOffs. Eso sí, sí que hay algo en los que Lakers son de los mejores. Son el cuarto equipo de la liga en pace (posesiones por partido) con 100,1.
Una de las cosas que se le achacaba a estos Lakers es que son un equipo demasiado veterano. Y viendo la plantilla, la verdad es que lo es. 12 jugadores de la plantilla superan los 30 años. Bien es cierto que jugadores como Rondo o Ellington ya no están en plantilla, pero han jugado algún partido esta temporada de oro.
El fichaje estrella de este verano fue Russell Westbrook. El MVP de la 16/17 vino a L.A. en busca de un anillo que aún le falta en su palmarés, pero su rendimiento está muy lejos de lo que se esperaba de él. Promedia 18,3 puntos/p., 7,5 asistencias y 7,8 rebotes, que visto así no son malos números, pero no son los números de un jugador que ha sido el único en la historia en promediar un triple-doble durante dos temporadas seguidas.
‘La Rúbrica Final’ por @atthebuzzercb :
¿Pero que pasa cuando las piezas no encajan? Que la respuesta se puede deber a que las partes no son las adecuadas, no todas las piezas sirven para todos los ‘puzzles’, aunque alguno de ellos hubiese encajado en otro momento. Toca tiempo de reflexión, de ver como va la ‘sucesión’ en el trono y sobre todo pensar si los pelicanos pueden ser águilas que saben cuando deben brillar o si buscan el oro sin ton ni son. ‘El show debe continuar’, pero habrá que preguntarse que cuál debe ser la esencia de todo ello, porque en Los Ángeles siguen sin encontrar ese ‘Lake Show’ del que presumen, aunque el ‘lago’ lo dejasen en Minneapolis.