Tras unos complicados cuartos de final, tanto el equipo vasco como el castellano-leonés buscaban alcanzar la final, como la disputada entre ambos en la penúltima edición disputada de la SuperCopa disputada en Bilbao, ambos equipos buscaba jugar con un estilo que les permitiera lucir su juego y dejar menos opciones al rival en los momentos calientes de partido.

Maite Cazorla tratando de dar un pase ante la defensa de Tinara Moore. Foto de Javi Mora / MG Estudi

El partido empezó con Kaleah Cooper anotando en la primera ocasión que tuvo Salamanca y Maite Cazorla en la segunda, mientras que Angie Bjroklund logró sumar en la segunda oportunidad de anotación que tuvo Gernika, dando pie a que ambos equipos empezasen a meter más intensidad en ambos aros, siendo Emese Hof la que mejor aprovechó la situación, permitiendo anotar con más comodidad a jugadoras como Karlie Samuelson o Silvia Domínguez, que sumaron puntos cerca del aro para dejar un primer marcador favorable de 10-4 tras los primeros cinco minutos de juego.

Margarett Roundtree y Lashann Higgs recortaron distancia a pesar de las buenas combinaciones en la zona que seguía generando Hof, a las hábiles penetraciones de Cooper, alguna canasta tras rebote ofensivo de Mariella Fasoula o la versatilidad anotadora de una Leo Rodríguez que permitía mantener la diferencia en el marcador y pese a los esfuerzos de Tinara Moore, Roselis Silva o Melisa Brcaninovic por tratar de ajustar el marcador al ritmo del partido. Dos tiros libres de Silvia Domínguez dejaron un marcador de 23-21 al final del primer cuarto.

El segundo cuarto empezó Adora Elonu, Higgs, Roselis Silva y Rodríguez manteniendo el buen nivel anotador visto al final del periodo anterior, dando un buen ritmo al juego que poco a poco fue dejando paso a una subida de intensidad defensiva de ambos equipos y también en la presión del saque por parte del conjunto charro, con Andrea Vilaró la jugadora más incisiva al respecto (pese a mostrarlo con excesiva intensidad, tanto en la falta cometida como en el contrataque que no logra culminar al escurrírsele el balón entre las manos y las piernas). Una canasta de Cooper debajo del aro dejaba un marcador de 31-25 a cinco minutos del descanso.

Las defensas siguieron provocando errores en ambos lados de la pista, dejando un tramo de muy poca anotación pese al buen movimiento de balón que lucían ambos equipos, dejando una sequía que se rompió tras una canasta que anotó desequilibrada Rosó Buch y una bandeja de Maite Cazorla, con Cooper tratando de forzar robos de forma muy intensa para forzar posesiones o canastas en la presión mientras Moore o Roundtree en un final de primera parte intenso y polémico a partes iguales que dejó un apretado 33-30 en marcador antes que ambos equipos se marchasen a vestuarios.

Tras la reanudación, Tinara Moore redujo la diferencia temporalmente antes de que Maite Cazorla contestase en el otro aro, mostrando desde los primeros segundos del periodo las ganas que tenían por llevarse el partido, siendo la pívot americana de Gernika la que volvió a responder minutos más tarde con una trabajada canasta en la zona, que volvió a contestar Salamanca con una canasta de Karlie Samuelson, dando pie a tramos irregulares donde podían aparecer también jugadoras como Emese Hof por parte del equipo que dirige Roberto Íñiguez pero solo una cara visible por parte del conjunto vasco, hecho que dejaba un resultado de 41-36 a mitad del tercer cuarto.

Avenida parecía mantener el control del partido gracias a su buen hacer colectivo, que sumado a la falta de acierto por parte de Gernika fue ampliando la diferencia dejando un partido entretenido donde, más allá de la excesiva dureza y de dudosas decisiones arbitrales, terminó dejando un marcador de 49-41 a diez minutos para el final del partido.

El último cuarto empezó con Rosó Buch tratando de dar la vuelta en el marcador, que mantuvo los esfuerzos del equipo gernikarra pese a las múltiples variantes que ofrecían jugadoras como Silvia Domínguez, Kaleah Cooper, Andrea Vilaró y Adaora Elonu a Salamanca, dando pie a lograr ampliar levemente la diferencia en el marcador, dejando el resultado en un (por las circnusntancias) distante 59-50 a cinco minutos del final de partidos.

Una lluvia de triple por parte del equipo terminó decantando el partido a su favor, con un marcador de 72-56, en un tramo final donde jugadoras que habían tenido menos minutos o ninguno pudieron gozar de minutos en pista, tras un partido donde Gernika trató de luchar lo que pudo pero sin ser capaz de rematar la jugada frente a un Avenida que se mostró superior cuando tuvo que hacerlo.