Duelo clave para los de la Ribera para mantener la plaza en la tercera división española frente a los segundos clasificados del grupo, en el último duelo regional de la temporada regular. Por su parte, los castellonenses buscaban cambiar su mala dinámica lejos de casa para mantenerse como uno de los mejores equipos del grupo ‘Este’ de la competición.

Rokas Gadiliauskas anotando frente a . Foto de Javi Mora / MG Estudi

El partido empezó con Rokas Gadiliauskas anotando un triple para dar la ventaja procediendo un tramo de juego con parones externos y con desacierto generalizado, donde solo Matos, Javi Nicolau y Volodymyr Orlov consiguieron darle ritmo al partido. Una canasta de Miguel Martínez y la repuesta de Orlov en el otro lado dejaron un marcador de empate 9 en el marcador tras los primeros cinco minutos de juego.

El ritmo de juego era rápido a la par que impreciso, donde canastas al contrataque de Alejandro Zurbriggen (bandejas y un triple antes de ser sustituido) o de Orlov (mate tras alley-oop de Javier Hernández, que se revolvió al primer tiempo muerto) los qué pusieron el ritmo más allá del buen trabajo de Ion Galarza en defensa. De’shaun Cooper se unió a la fiesta, igual que Adrián Gálvez o Sergio Henández Benaches, que pese a una canasta de Jaime Zanca que parecía cerrar el cuarto, el joven ’11’ del equipo auriazul firmó una canasta de media distancia tras hacer un amago de reverso digno de highlight para dejar el marcador en 24-20 al final del primer cuarto.

El segundo cuarto empezó con jugadores como Custodio Verdaguer (en ambos lados de la pista), Gálvez, Javier Dalmau y Cooper poniendo el espectáculo en las dosis justas para tener enganchado al Nuevo Municipal de Alginet, que pese a un nuevo tiempo muerto del equipo castellonense, veía como su equipo. Un 2 sin 1 de Candido Sá puso un marcador de 32-24 a cinco minutos del descanso.

Más allá de los cabreos de Menéndez con el técnico, Adrián Alonso, el equipo de Benicarló seguía yendo por detrás en el marcador y viviendo a tirones de Orlov o Cooper además de alguna buena acción de Guillem Vazquez o Hernández forzando una antideportiva (para sumar dos puntos), que tampoco sé lucían con regularidad frente a un bloque como el local que sabía encontrar las piezas correctas para mantener la ventaja, con Gadiliauskas y Nicolau (jugando contra su ex equipo) como arietes cuando se atascó algo más el juego. Con todo ello, el marcador al final de la primera parte era de 41-32.

Tras la reanudación, el conjunto benicarlando por se mostraba más activo a la hora de tratar de llevar el ritmo del partido, con Jon Aramburu manteniendo a raya tanto a Rokas Gadiliauskas como Javi Nicolau salvo en casos puntuales, para que los pocos puntos que fueron capaces de anotar estuvieron rentabilizados. Orlov puso tras rebote el 44-36 tras cinco minutos de juego del tercer cuarto.

Nicolau y Aramburu mantuvieron su particular duelo durante varios antes de que Alejandro Zurbriggen, Orlov, Miguel Martínez y De’shaun Cooper mantuvieran el nivel alto, anotando algunas canastas de bella factura para seguir dejando el partido abierto. Un triple de Javier Dalmau dejaba un marcador de 59-49 a diez minutos para finalizar el partido.

El último cuarto empezó con triples en ambos lados, con el equipo visitante haciendo algo mas de fuerza y teniendo algo más de acierto, generando un contexto que no beneficiaba en absoluto al cuadro castellonense, que perdían 64-55 a cinco minutos del final del partido mientras seguían habiendo más enfados de Javier Hernández con su técnico y alguno puntual de Orlov con Aramburu.

Adrián Galvez y Máxim Esteban seguían dando ritmo al partido pese a que los pases controlados o las posesiones bien gestionadas no acabasen de tumbar una eficaz a la par que anárquica ‘Torre de Babel’ representada en el rendimiento del equipo castellonense, que no se rindió hasta que no sonó la bocina, que terminó con una victoria de Alginet por 72-64, asegurada con una gran acción que finalizó Javi Nicolau colgándose del aro, pese a que hubo un par de canastas posteriores, que mantiene al equipo de La Ribera con opciones de la permanencia directa con los resultados sucedidos al mismo tiempo en Madrid, mientras Benicarló veía peligrar su buena posición en la parte alta de la tabla.