Un partido por la tercera plaza no es el partido que más interés pueda tener en una competición, pero siempre sirve para cerrar la temporada de la mejor forma posible. Con el CB Canarias y Manresa en la final, el equipo alemán y el israelí buscaban acabar con una victoria.

Jacob Patrick anotando ante Joe Ragland

El partido empezó con Joe Ragland, Adam Smith, Justin Simon y Jonas Wohlfarth-Bottermann dando los primeros golpes, cosa que continuaron Chris Johnson, Steve Zack Rawle Atkins y Jordan Hulls para mantener un inicio dinámico en la ‘final de consolación’, cuyo marcador tras cinco minutos de juego era de 13-9.

Simon y Atkins (que entró en la convocatoria por Ethan Happ respecto a las semifinales) respondieron el buen papel realizado por Guy Pnini, Michale Keyser o Frédéric Bourdillon por parte del equipo israelí, dando una buena ventaja para el equipo alemán en el momento menos inesperado por la igualdad vivida en los minutos anteriores del encuentro. Una ‘bombita’ de Jacob Patrick además de un par de tiros libres a cargo de Ragland y Zack para el conjunto dirigido por Guy Goodes dejaba un marcador de 27-19 al final del primer cuarto.

El segundo cuarto empezó con Johnson y Tyrus McGee recortando distancias con un parcial de 0-6 antes de que Simon apareciese de nuevo en escena, hecho que no perjudicó demasiado al conjunto de Baden-Wurtemberg, que mantuvo el golpe con un gran trabajo defensivo, que resultó en un marcador de 29-25 a cinco minutos del descanso.

Tekele Cotton y Hulls continuaron con el buen trabajo en ataque para el conjunto alemán en un momento tenso a la par que muy errático para los dos equipos, que buscaban no perder lo sumado hasta ese punto de partido antes que intentar arriesgar. Smith y Lucas Herzog remataron el tramo final de la primera parte, que fue de dominio germano, dejando un marcador de 42-29.

Tras la reanudación fueron Justin Simon, Tekele Cotton y especialmente Jordan Hulls (con 5 puntos seguidos) los que volvieron a poner tierra de por medio antes de que Tyrus McGee y Joe Ragland intentasen parar el ritmo eficaz del conjunto dirigido por John Patrick. Ragland junto con Yorman Polas Bartolo dejaban un marcador de 58-40 tras los primeros compases del tercer cuarto.

Chris Johnson, Guy Pnini y McGee seguían tratando de poner oposición al buen trabajo de Simon y Polas Bartolo, que mantenían un amplio marcador favorable, sin prácticamente oposición del cuadro holonita. A diez minutos para el final del partido, el marcador era de 69-48.

El último cuarto empezó con Simon manteniendo su liderazgo y sus piques con los aficionados israelís con un matazo al final del periodo anterior, mostrando su liderazgo en la pista. Tekele Cotton, Jonah Radenbaugh, Hulls, Polas Bartolo, Frédéric Bourdillon o Rafi Menco sumaron algo de anotación para dejar un desigualado marcador de 82-54 con aún cinco minutos de partido por disputarse.

Finalmente, Riesen Ludwisburg ganó por 88-68 en un partido que dominaron desde prácticamente los primeros minutos del segundo cuarto frente a un Hapoel Holon que prácticamente ni estuvo ni quiso estar en el partido salvo grandes excepciones.