Tras el ‘entretenido’ encuentro contra Georgia y confirmando que mantendrían su presencia en el torneo, Turquía hacía frente a una Bélgica que se había hecho fuerte tras la victoria contra España, mostrando así la dificultad del grupo, con hasta cuatro equipos empatados tras tres partidos en Tbilisi.

Alperen Sengun lanzando por encima de Maxime De Zeeuw. Foto de FIBA.

El partido empezó con Alperen Sengun siendo el hombre clave del equipo turco en ambos lados de la pista, manteniendo un buen nivel de su equipo durante los compases iniciales de juego. Furkan Korkmaz e Ismael Bako se sumaron al espectáculo para dejar un marcador de 2-7 tras cinco minutos de juego.

Korkmaz y Lecomte mantuvieron a flote con el nivel anotador, que se mantuvo flojo durante muchos minutos. Sengun, Sertaç Sanli y Maxime De Zeeuw trataron de sumar pero la inconsistencia fue la palabra que definió el final del primer cuarto, que tras un triple de Korkmaz tenía un marcador de 6-20.

El segundo cuarto empezó con Korkmaz y Sehmuz Hazer conectando dos canastas muy rápidas, antes de que Jonathan Tabú anotase un triple para tratar de contener la intensidad turca, pero Larkin con una de sus características entradas a canasta, extendiendo el brazo para evitar el posible tapón del defensor, puso dos puntos que ponían la diferencia cerca de la veintena. Alexandre Libert respondió con cuatro puntos seguidos para reducir el abultado diferencial pero un triple de Ercan Osmani ponía un marcador de 17-29 a cinco minutos para terminar el periodo.

Otro triple de Osmani (que posteriormente también anotaría en la pintura en varias ocasiones) y Osman trataron de contener el trabajo de Haris Bratanovic, Hans Vanwijn, Retin Obasohan, Libert, Emmanuel Lecomte o Pierre-Antoine Gillet (pese al error de ‘barrer’ un lanzamiento de tiro libre) dieron un soplo de aire freso a su equipo, permitiendo una mejoría en su favor, reflejado en un resultado de 30-37 al descanso.

Tras la reanudación, Turquía puso el partido a un nivel alto de ritmo, con Alperen Sengun siendo el capitán general, ayudado por compañeros como Sertaç Sanli, Shane Larkin o Furkan Korkmaz con Emmanuel Lecomte como respuesta de Bélgica (y no los tres puntos que les añadieron por error) para evitar grandes distancias en el marcador. Una bandeja de Cedi Osman puso un marcador de 34-52 pasados cinco minutos del tercer cuarto.

Haris Bratanovic y Sengun (recibió una técnica se pusieron manos a la obra para seguir golpeando el aro rival, con jugadores como Maxime De Zeeuw, Joanthan Tabú Hans Vanwijn o Lecomte tratando de sumar. El equipo entrenado por Ergin Ataman gobernaba el partido con un marcador de 47-59 a diez minutos de terminar el encuentro.

El último cuarto empezó lento y sin ideas por parte de ambos equipos, pese a que la primera canasta fue un gran mate de Korkmaz. Otros jugadores como Bratanovic, Osmani o Sengun pusieron los retoques para dejar el partido prácticamente visto para sentencia. A cinco minutos de concluir el encuentro, el marcador era de 51-66

Hans Vanwijn, Bratanovic,Sengun y Sehmuz Hazer (que cometió antideportiva casi a pocos segundos del cierre) sumaron en un tramo final donde prácticamente ya estaba todo decidido, terminando el encuentro con un marcador de 63-78, mostrando el poder del equipo turco, que seguía su camino para luchar por el liderazgo en el grupo frente a una Bélgica que no tuvo posibilidades frente a un equipo con mucha carga extradeportiva.