Tras superar la fase de grupos en la última jornada, Bélgica tuvo que bailar con Eslovenia, vigente campeona del torneo y que venía con lanzada tras una gran primera fase por el buen rendimiento de su gran estrella, Luka Doncic, que buscaban pasar de ronda para mantener sus opciones de revalidar título.

El partido empezó con errores por prisas inecesarias en ambos lados de la pista hasta que Luka Doncic rompió la mala dinámica con un triple, con Jaka Blazic y Pierre-Antoine Gillet uniéndose posteriormente a la tendencia tras un buen rectificado de Manu Lecomte. Doncic había llegado en un gran estado de forma y dos triples seguidos de la estrella eslovena daban buena muestra de todo ello. Mike Tobey se hizo fuerte frente a los pívots belgas y Retin Obasohan trato de hacer lo que pudo con un triple ante la gran labor exterior de Eslovenia. El marcador era de 18-10 pasados cinco minutos de juego.
Pese a la mejora defensiva del equipo belga y un triple de Lecomte, Doncic se puso manos a la obra para seguir generando espectáculo (pese al tapón que se llevó de Kevin Tumba) y defendiendo (con el gran tapón y recuperación posterior sobre Jonathan Tabú) pero, aún así fueron Hans Vanwijn y Tabú los que apretaron para mantener a su equipo con opciones, dejando un marcador de 24-19 al final del primer cuarto.
El segundo cuarto empezó con Tabú y Alexandre Libert reduciendo distancias, con Doncic manteniendo la diferencia que habían cosechado, pese a que una jugada con diversos de ataque culminado por Vanwijn que puso el partido a dos puntos (29-27) antes de que Zoran Dragic y Klemen Prepelic antes de que Darío Gjergja pidiera un tiempo muerto para cambiar el rumbo, tras el cuál Tobey sumó cerca del aro, dejando sin efecto el minuto del seleccionador belga, para dejar un marcador de 35-27 a cinco minutos del descanso.
Zoran volvió a sumar (minutos antes de marcharse al banquillo por lesión) y Gillet acabó sumando tras dos minutos sin anotación, siendo el líder en anotación antes de la pausa, con Lecomte, Libert o Vanwijn como acompañantes para acercarse, dejando un marcador de 44-41 al final de la primera parte tras canasta de Goran Dragic.
Tras la reanudación, Manuel Lecomte y Pierre-Antoine Gillet se pusieron manos a la obra para tratar de acercarse, pero Goran Dragic primero y Luka Doncic después, lograron mantener la distancia en un tramo con cierta dureza, donde la selección balcánica logró mantenerse por delante de 53-46 pasados cinco minutos tras el inicio del tercer cuarto.
Lecomte se mantuvo como líder del combinado belga, ayudado puntualmente por jugadores como Alexandre Libert, Gillet, Jonathan Tabú o Maxime De Zeuw para tratar de aguantar todo lo que generaban Doncic y ‘Goran’, con algún extra de Vlatko Cancar, que les permitía mantener una pequeña ventaja por 63-60 a diez minutos para terminar el encuentro.
El último cuarto empezó con Jean-Marc Mwema y Kevin Tumba sumando cuatro puntos seguidos para forzar un tiempo muerto del conjunto esloveno, tras el cuál volvieron a ponerse fuertes Doncic y ‘Gogi’ con apariciones de Klemen Preperlic o Cancar, dejando un marcador de 73-65 a cinco minutos para terminar el partido.
Finalmente, Eslovenia logró superar cómodamente el partido por 86-70 frente un equipo como Bélgica, que aguantó como pudo frente a la tormenta total que fueron sus contrincantes cuando quisieron cerrar el partido y a los que supieron aguantar de la mejor manera posible durante la mayor parte del encuentro.