Último partido de la jornada ’94-86′, donde Grecia y República Checa buscaban ganar (fuera el resultado que fuera), para avanzar en un torneo que tenía de todo menos sentido. Para el equipo helénico, esta edición del torneo podía suponer la oportunidad de oro de repetir éxitos futuros y para los checos mantener su buen nivel en grandes torneos.

Giannis Antetokoumpo machacando antes la mirada de Tomas Satoransky. Foto de FIBA.

El partido empezó con Georgios Papagiannis y Jan Vesely anotando cuando pasaban dos minutos de juego, sumando cerca del aro antes de que Kostas Papnikolau y Giannis Antetkounmpo (con un matazo), pusieran un parcial de 7-0 para reventar el inicio del encuentro. Vesely sumó cuatro puntos seguidos antes de que Nick Calathes sumase un triple para dejar un marcador de 14-6 tras los primeros cinco minutos de juego.

Pappagiannis y Vesely monopolizaron los puntos pero Ondrey Balvin y Vojtech Hruban se sumaron a la causa para poner al conjunto centroeuropeo, que seguía liderando el partido en anotación pese a los esfuerzos del cuadro mediterráneo, que logró poner un empate a 20 al final del primer cuarto.

El segundo cuarto un tiro libre de Hruban, una bandeja de Calathes y un triple de Andrej Sehnal convivieron con una serie de fallos incomprensibles que terminaron derivando en un 6-0 de parcial a golpe de triples, anotados por Ioannis Papapetrou y Kostas Sloukas, que fue contrarrestado por Hruban y Vesely rápidamente, creando la tendencia de contestar un parcial con otro durante varios minutos. Calathes y Vesely se sumaron a la dinámica para dejar un marcador de 30-32 a cinco minutos del descanso.

Un triple de Tyler Dorsey brilló en solitario durante varios minutos, con Calathes, Patrick Auda y Jaromir Bohacik aportando más tarde ante la densidad defensiva en ambos lados, que permitía poca movilidad en la zona (pese a la insistencia de ambos equipos), permitiendo al cuadro checo que tuviera mucha menos carga después de fallar tiros fáciles, siendo Auda quién lideró el ámbito anotador para dejar una ventaja temporal de 41-45 al final de la primera parte.

Tras la reanudación, Ondrej Balvin puso un poco de resistencia cuando Nick Calathes y Giannis Antetokounmpo apretaron el marcador, siendo capaces de ‘dormir’ el ritmo de juego para sacar provecho de una mejor rotación de balón y que permitía encontrar más opciones de anotación. Un triple de Vojtech Hruban mantuvo a la República Checa por delante con un marcador de 50-52 pasados cinco minutos del tercer cuarto.

G.Antetokoumpo empezó a ir con más agresividad al aro, forzando varios tiros libres (donde también recibió cánticos de MVP) para intentar dar la vuelta, pero Hruban estaba en modo ‘salvador’, logrando así mantener la diferencia en favor del equipo dirigido por Ronen Ginzburg. Kostas Papanikolau, Ioannis Papapetrou y Giannoulis Larentzakis se unieron a ‘Giannis’ para evitar que Jaromir Bohacik, Thomas Kyzlink y Hruban se volviesen a distanciar, pero el 63-67 a diez minutos de terminar el partido fue una muestra de todo lo contrario.

El último cuarto empezó con un triple de Papapetrou, que también anotó varios tiros libres para lograr ampliar la ventaja pese al desastroso porcentaje desde la la línea de 3 por parte del equipo entrenado por Dimos Itoudis, cosa que aprovechó Hruban para recortar distancia. Cuestiones del destino, Kostas Sloukas si anotó en la jugada siguiente desde más allá del 6,75 y ‘Giannis’ penetró hacía el aro para sumar dos puntos clave contra tablero, dejando un marcador de 78-70 a cinco minutos de terminar el encuentro.

República Checa peleó hasta última hora, con Balvin luchando en la zona, pero Giannis Antetokounmpo machachó con comodidad el aro y anotó (tras más de cinco intentos seguidos fallados) un triple que cambio el rumbo del juego pese a los apretados instantes finales, donde un nuevo triple de ‘The Greek Freak’ puso la guinda para que Grecia venciera por 94-88 y mantenerse así con opciones de ganar el torneo.