Quién podía saber que, tras la primera semana de competición en la NBA, fueran los Portland Trail Blazers el equipo que podría estar situado en lo más alto de la tabla con un inmaculado récord de 4-0. Era una cábala posible, pero no entraban entre los favoritos. Otros equipos como Miami Heat, Philadelphia 76ers o Los Angeles Lakers no han empezado con buen pie, pero se espera que su temporada termine enderezándose con el paso de las jornadas.

Los Portland Trail Blazers han sido toda una grata sorpresa. Son, junto a los Milwaukee Bucks, uno de los dos equipos que se mantienen invictos tras siete días de intensa actividad. Y todo ello gracias a un hombre. Su hombre. Damian Lillard está viviendo su particular redención tras su pasada campaña llena de infortunios en la que sufrió una lesión abdominal que sólo le dejó participar en 29 partidos. Ahora que ya está completamente recuperado, tiene una plantilla a su alrededor que se adapta mejor a su juego con una excelente mezcla de juventud y veteranía. El base de 32 años está dispuesto a mostrar su mejor versión para llevar a su equipo lo más lejos posible.
Lillard es de esos pocos ‘One Club Men’ que quedan en la NBA. Esta es su undécima temporada en la liga con los Blazers y tiene una misión. Callar las bocas de aquellos que han estado promoviendo durante los últimos años su salida en busca de un mejor equipo donde pelear por el anillo. Él quiere ganar, pero quiere hacerlo en Portland. La temporada es larga y cuatro partidos son pocos para hacer una valoración, pero no hay que descartarles en la contienda por la Conferencia Oeste. En esta primera semana de competición, si se dieran los premios de fin de temporada de forma prematura, sin duda Lillard se llevaría el MVP. ‘Player of the week’. Más que merecido.
Pero estos partidos iniciales de la fase regular han deparado muchas sorpresas más allá de los Blazers. Todos los analistas colocaban a los Utah Jazz y a los San Antonio Spurs como dos de los favoritos a quedar por la cola en ese ansiado ‘tanking‘ para conseguir las mejores posibilidades de conseguir al deseado ‘unicornio’ francés, Victor Wembanyama, en el próximo draft. Sorprendentemente, ambas franquicias se encuentran con un récord de 3-1 tras cuatro partidos. No se alarmen, no debería mantenerse. La dirección de ambas franquicias es clara y empezarán a encadenar rachas de derrotas elevadas más pronto que tarde, pero al inicio de temporada estos equipos suelen buscar revalorizar a esos jugadores veteranos que pueden acabar traspasados a cambio de más futuras rondas del draft. Son como un escaparate antes de la liquidación final.
La loca primera semana de NBA nos deja una lectura clara también respecto a la clase de ‘rookies‘ de este año. Los Orlando Magic acertaron eligiendo a Paolo Banchero con el número 1 este pasado verano. El ala-pívot ha caído de pie en Florida y ya se erige como uno de los mejores jugadores jóvenes de la liga. El proyecto de su franquicia no está terminado todavía y buscarán en este próximo draft añadir la pieza definitiva que les permita ir de cabeza a por los play-offs, pero de momento ya tienen a ese jugador estrella que tanto habían necesitado. Su transición del baloncesto universitario a la NBA ha sido prácticamente instantánea. Novato de la semana, con diferencia.