Con una cuarta parte de la temporada NBA ya disputada, las franquicias empiezan a tener claras sus situaciones y sus próximos objetivos. Unos pelean por terminar en lo más alto de la tabla para conseguir ventaja de campo en los play-offs para pelear por el anillo, como los Boston Celtics (17-4) o los Milwaukee Bucks (14-5). Otros simplemente desean clasificar a la postemporada como los Sacramento Kings (10-9) o los Washington Wizards (11-10). Algunos en cambio, piensan ya en la próxima campaña. Detroit Pistons (5-18), Orlando Magic (5-16), Houston Rockets (5-15), San Antonio Spurs (6-15) y Charlotte Hornets (6-15) pueden ir olvidándose ya de la temporada 2022-23. Su objetivo a partir de ahora va a ser perder los máximos partidos posibles para conseguir las mejores posibilidades en la lotería del próximo draft. Y es que en la camada de este verano viene un unicornio de los de verdad. De los nunca vistos. Victor Wembanyama es un alienígena creado en laboratorio. El pívot francés que cumplirá 19 años en enero mide 2,21m y se mueve por el campo como si fuera Kevin Durant, defiende como si fuera Rudy Gobert y lanza de tres como si fuera Stephen Curry. Quizá suene a exageración pero sólo hay que ver sus highlights. Es una máquina del baloncesto.
La NBA cambió hace un par de años el funcionamiento de la lotería del draft para dificultar el temido tanking. A la liga no le interesa tener equipos perdiendo a propósito pero los GMs de estas franquicias saben que es la forma más idónea para reconstruir y convertirse en una potencia en el futuro. A través de la ceremonia de elección de jóvenes talentos llegan los mejores jugadores de la liga y es una oportunidad para cambiar el destino. Y Wembanyama no es excepción. El hype que tiene su figura es máximo, a niveles del que tenía Zion Williamson en 2019, del que tuvo Anthony Davis en 2012 o del de LeBron James en 2003. Se esperan grandes cosas del francés, que está dominando en la liga francesa tras fichar por el Metropolitans 92, un movimiento claramente premeditado para disfrutar de más oportunidades con la bola y evitar la alta exigencia de la Euroliga, donde no podría brillar tanto individualmente.
La situación en la NBA ahora mismo es la siguiente. Hay equipos que deben empezar a plantearse en qué grupo quieren estar. Si en los de pelear por entrar en play-off, o en los de hundir el barco para que Wembenyama les reflote. Oklahoma City Thunder (8-13) ha encontrado en Shai Gilgeous-Alexander a su jugador franquicia y la gran temporada del canadiense que muy posiblemente se estrenará como All-Star está llevando al equipo a competir más de lo esperado tras la lesión de Chet Holmgren, que cambió la hoja de ruta. Un año más de reconstrucción que podría añadir una pieza más al engranaje que ha formado Sam Presti. Los Chicago Bulls (9-11) en cambio se encuentran en una situación delicada. Su ronda del draft de este año pertenece a los Orlando Magic tras el traspaso por Nikola Vucevic, aunque conservan una protección top-4 que da esperanzas todavía. Dicho movimiento se está perfilando como uno de los peores de los últimos años, ya que dejaron marchar a Wendell Carter y a Franz Wagner, dos jóvenes que están brillando en el equipo de Florida. Los Bulls deben decidir si serán compradores o vendedores antes del cierre de traspasos, para competir por entrar en la postemporada o destruir un proyecto que no ha terminado de despegar por culpa de las lesiones principalmente de Lonzo Ball.
Los Utah Jazz (12-11) y los Indiana Pacers (12-8) son casos similares. Equipos que antes del inicio del año se daban por sentado que iban a estar al fondo de la clasificación pero han tenido inicios espectaculares que nadie se esperaba. Los de Salt Lake City llevan 5 derrotas seguidas y todo parece indicar que empieza la caída en picado. Mike Conley, Jordan Clarkson o Kelly Olynyk se han revalorizado en este período inicial y podrían ser traspasados en los próximos meses a un equipo que pelee por el anillo para conseguir acumular más rondas del draft. Los de Indianápolis en cambio mantienen un buen ritmo de victorias y cuentan con uno de los favoritos a ganar el premio a Rookie del Año, como es Bennedict Mathurin. Liderados por Tyrese Haliburton, los Pacers están ahora mismo situados en puestos de play-off y no se descarta que sigan compitiendo en busca de un año de éxitos adelantados. Los rumores situaban a Myles Turner y Buddy Hield fuera del equipo a cambio de rondas pero la franquicia no ha terminado de apretar el botón rojo y están jugando a un gran nivel.
Por tanto, tenemos ya cinco equipos que están en una situación clara de tanking, mientras que otros cuatro se debaten entre competir o unirse a la carrera por Victor Wembanyama. Luego está el caso de Los Ángeles Lakers (7-12), que no tienen elección. Pese a su pésimo bagaje de victorias y derrotas, no pueden confiar en la lotería puesto que su ronda irá a New Orleans Pelicans por el traspaso que realizaron para obtener a Anthony Davis. En definitiva, un tercio de la liga está ya con el ojo más bien puesto en lo que pueda suceder en el mes de junio que en lo que vaya a suceder en los próximos meses. Mientras tanto, los americanos disfrutan viendo partidos de la liga francesa para presenciar lo que se avecina con Wembanyama. Agárrense que vienen curvas.