El partido de la jornada en la máxima competición europea de clubes ponía de frente a frente dos de los grandes proyectos de la competición en el Metro Spor Salonu de Atasheir, en el lado asiático del área municipal metropolitana de una ciudad como Istanbul, sede de las últimas dos Final Four y que aún esperaba ver alzar un título continental por parte de uno de sus grandes proyectos deportivos contra uno que espera recuperar la gloria obtenida en 2015 tras un buen inicio de temporada.

El partido empezó con Alina Iagupova siendo el estandarte principal de las locales, anotando y tratando de involucrar a jugadoras como Kayla McBride (que tardó em anotar) o Kia Stokes (siendo una cruz la presencia de la nacionalizada turca), mientras Maria Conde aguantaba bien el ritmo de partido como contrapeso de la jugadora ucraniana, con Alyssa Thomas y , especialmente, Briona Jones secundando el buen papel de la jugadora española. Marina Maljkovic pidió un tiempo muerto con 12-19 en el marcador a falta de 3:29 para finalizar el periodo inicial viendo que la situación no mejoraba. Tras ello, el buen papel de jugadoras como en el caso de Olivia Epoupa o Natasha Howard en ambos lados de la pista fueron claves para recortar distancias en el mejor momento del conjunto checo en pista, dejando un marcador de 18-23 al final del primer cuarto para disfrute del público local.
Al inicio del segundo cuarto, Howard se mantuvo como ariete principal en anotación para el conjunto turco, con Teja Oblak, Jones o Thomas apareciendo esporádicamente para que las jugadoras dirigidas por Natalia Hejkova mantuvieran una diferencia de 8 puntos tras un parcial de 0-4. Maljkovic lo paró de nuevo para evitar sorpresas. Onar se sumó al ámbito anotador y defensivo con suerte dispar, mientras Howard y Thomas seguían siendo las anotadoras secundarias con más impacto en el ataque de sus respectivos equipos. Hejkova llegó a frenar el partido cuando vio que las posesiones del conjunto istanbulita mejoraban a medida que pasaban los minutos. McBride lo he evito y logró igualar el partido a cuatro decenas por conjunto. A la entrenadora checa, parte del ‘Hall of Fame’ de la FIBA le tocó frenar de nuevo el partido. A un equipo como el auriazul no se le puede dar ni meda ventaja si se busca sumar una victoria en su cancha. Thomas y Jones elevaron sus números para dejar un marcador de 42-44 al descanso favorable al conjunto centroeuropeo.
Tras la reanudación, Briona Jones y Alyssa Thomas, con apariciones tardías de Valerie Vukosavlejvic fueron suficiente para resistir el buen papel de Cakir Turguy Olçay en ambos lados de la pista o pequeñas aportaciones de Natasha Howard y de Olivia Epoupa. Los constantes errores en ambos lados de la pista condicionaron el ritmo de un partido, disminuyendo a medida que pasaban los minutos. Kayla McBride cerró, con una genial canasta por técnica individual, un tercer cuarto que dejó con un marcador de 51-55.
El último cuarto empezó también con poco ritmo, con Valerie Ayayi siendo clave para los intentos del conjunto de la capital checa por mantener el liderazgo en el partido. Un 2+0 de María Conde mantenía esa buena tendencia pese a que, por sorpresa, Emma Messeman apareciera en ambos lados de la pista en pequeñas dosis. Epoupa lideró junto a Iagupova un atisbo de remontada que con Howard y Messeman completando un parcial de 4-0 empataron el partido a 65 con 4:35 de periodo por disputarse.
Las gradas del Metro Spor Salonu comenzaron a chillar cada vez más fuerte, ayudando a que las labores defensivas (en ocasiones, en la raya de lo legal) del equipo local fuera también en aumento. Un balón perdido de una jugadora clave como Epoupa solo retrasó el ‘sorpasso’, con McBride poniendo al Fener por delante pese a la resistencia visitante. Ya da igual si Praga igualaba otra vez el marcador o cogía rebotes ofensivos de más. La igualdad era máxima. Empate a 69 y prórroga.
El inicio de la prórroga fue una locura mayor a la del final del tiempo regular. Fener parecía querer correr si tenía la oportunidad. Iagupova (irregular aunque igual de descarada que siempre) y McBride lideraban los ataques de las subcampeonas. Praga quería calma aunque sin poner el freno si la situación lo requería. Las pérdidas en ambos lados anestesiaban la toma de decisiones en la línea exterior de ambos equipos con cada vez más frecuencia. El transcurrir de los minutos en el marcador parecía una dosis sedante mayor a la anterior. Solo Teja Oblak pareció despertar por momentos para buscar balones interiores que no tenían una conexión correcta en la mayoría de las ocasiones. Messeman ponía la daga con un triple, Epoupa la empujaba un poco más forzando una buena falta en ataque. La propia base francesa mantuvo la calma cuando mayor parecía ser el descontrol en ataque. Iagupova frenó el último intento visitante por anotar pero la internacional gala fue quién puso la guinda pese a que McBride anotó el definitivo 82-72 con una bandeja ‘At The Buzzer’ que cerraba un partido para enmarcar. Fener parecía sacar la cabeza después de un mal inicio de temporada, Praga caía frente a un equipo que buscaba recuperar su aura de favoritas.