Tras su victoria contra Botas en Atasheir y con la noticia de un nuevo fichaje que aterrizará en Mersin (tal como adelantó este medio de comunicación), ganar en competición competición europea antes del parón por las ventanas frente a un equipo que quería hacerse fuerte fuera de casa para poder apurar sus opciones de avanzar de ronda de la forma más complicada.

El partido empezó con las locales en modo apisonadora; Alina Iagupova, Breanna Stewart y Olcay Çakir Turgut se conjuntaron a ritmo de ‘MVP’ que impuso Emma Meesseman para dominar desde los primeros compases. Ivana Dojkic (con aviso del árbitro de que «tuviera cuidado con sus manos» en defensa) lideró la resistencia bianconera con ayuda de Kitija Laksa y una vieja conocida del Metro Spor Salonu como Cecilia Zandalasini. El juego colectivo del equipo dirigido por Marina Maljkovic funcionó para poner más diferencia en el marcador, con Iagupova y Satou Sabally terminando cerca del aro mientras, un día más, Stewart siendo clave tanto en ataque como en defensa cuando creía oportuno. Zandalasini (con un pase brutal para) Andre Olbis Futto, Dojkic y Laksa (anotando canastas con mucho suspense) recuperaron terreno para dejar un marcador de 22-19 al final del primer cuarto.
El segundo cuarto comenzó con Kayla McBride y Sabally buscando recuperar la diferencia, pero el buen hacer defensivo, liderado por Iliana Rupert, mientras Andre y Laksa aportaban en ataque para tratar de frenar el buen hacer del conjunto turco, pero a Giampiero Ticchi le tocó pedir un tiempo muerto para frenar el impulso que comenzaban a tener por cerrar el partido. Tras la pausa, la defensa del Fenerbahçe subió de intensidad (con varias jugadoras por los suelos y con contundencia) además del pique que Stewart tenía con Rupert (diciéndole ‘ay’ antes de un tiro que ni siquiera le punteó, apretando en el contacto sin intención de ir a balón y queriendo marcar territorio), siendo la francesa la jugadora principal del ataque visitante, mientras el equipo auri-azul sumaba por todas partes en ambos lados de la pista, con Idil Saçalir y Mina Djordjevic sumándose a McBride, Iagupova y Sabally para coger una cómoda ventaja que quedó en un marcador de 46-32 al descanso.
Tras la reanudación, la Virtus apretó desde los primeros compases. Pese a que Satou Sabally o Alina Iagupova peleasen por controlar la situación, el impacto de Kitija Laksa (que terminó el partido con 29 puntos) junto con Cecilia Zandalasini o Ivana Dojkic volvió a poner la ventaja por debajo de la decena durante gran parte del cuarto, pese a los esfuerzos de Breanna Stewart (en ambos lados de la pista) o Emma Meesseman pero solo sirvió para mantener la igualdad que, tras las aportaciones de Olcay Çakir Turgut o Sabrina Cinili, dejaba un marcador de 67-56 al final del tercer cuarto, con el encuentro todavía por decidir.
El último cuarto empezó con Rupert y Iagupova presionando, con ambos equipos buscando presionar para poder aprovechar cualquier error, siendo McBride la que mejor lo aprovechó al forzar persnales y, junto a Iagupova, logrando sumar tras uno de los varios robos o tapones que puso el equipo, con Stewart volviendo a ser vital en ambos lados de la pista, sumando en todas las apartados estadísticos, o con Meesseman como punta de lanza defensiva y ariete vital en ataque (sumando 22 puntos) para dejar un marcador de 82-62 cuando solo quedaban cinco minutos para terminar el partido.
Finalmente, la victoria del Fenerbahçe fue por 95-73 contra una Virtus Bologna que peleó contra todos los elementos pero que no fue capaz de frenar a un equipo «energético», tal como comentaba Satou Sabally al terminar el partido, hablando del buen encaje colectivo donde sus compañeras «pueden te pueden cubrir las espaldas» si tienes un mal día y ha tenido buenas palabras para la llegada (todavía por oficializar) de Courteny Vandersloot («la mejor base con la que voy a poder jugar», afirma) que apuntala, todavía más, las posibilidades de un equipo que busca lograr el ansiado título europeo.