Tras su derrota contra el Olympiakos en el feudo al Oeste de Atasheir, ‘los canarios’ buscaban lograr una victoria frente a uno de los equipos situados en la zona baja para poder revertir sus errores y llegar al parón por Copas Nacionales de la mejor forma posible, con el objetivo de seguir entre los cuatro primeros de la competición europea cuando el momento llegue, para mantener las buenas sensaciones del inicio de temporada.

El partido comenzó con la búsqueda por controlar la pintura y las esquinas. Nigel Hayes-Davis y Jonathan Motley fueron los más aplicados al respecto, con Dyshawn Pierre ‘escorándose’ para poder ampliar la diferencia, antes de provocar el primer tiempo muerto de Israel González. Scottie Wilbekin y Nick Calathes lograron en un primer momento gestionar pero el buen hacer de Yanni Wetzel, Louis Olinde y el acierto eficaz de Ben Lammers lograron reducir diferencias, dejando un marcador de 31-27 al final del primer cuarto.
Al inicio del segundo cuarto, hubo tramos donde ambos equipos dieron una de cal y una de arena. Pases mal dados, desconcentración defensiva y errores en el tiro por falta de concentración. Johannes Thiemann, Carsen Edwars, Yovel Zoosman, Devin Booker, Tamir Blatt, Gabriele Procida y Marko Guduric fueron, en ocasiones puntuales, soplos de aire fresco con un marcador que daba momentánea ventaja local y mejor sensación para el conjunto visitante. Un día más, la visión de Luke Sikma permitía que la entidad berlinesa pelease por mantenerse a flote, fuera cuál fuera el resultado, pero al que, como pura expresión del encuentro en sí, le pesaron las 3 faltas que llevaba en dicho momento de duelo. Guduric, Hayes-Davis y Booker lograron tapar el buen hacer de Olinde y Wetzel, que terminaro cediendo para que, al descanso, el marcador fuera de 57-47.
Tras la reanudación, Nigel-Hayes Davis y Dyshawn Pierre, junto con Nick Calathes y Jonathan Motley se dispusieron a liderar el encuentro, pese a que Yanni Wetzel volvió a salir a pista con la intención de darle la vuelta en el marcador pero cometió su tercera falta y tuvo que sentarse a descansar unos minutos. Jaleen Smith intentó ponerse a los mandos del ataque azul y gualdo, pero no fue capaz de mantenerlo en el tiempo. El equipo dirigido por Dimitris Itoudis se hizo fuerte, de nuevo, gracias a su buen hacer bajo los aros, utilizando el tablero y la propia canasta en su favor, pese a los esfuerzos de un Ben Lammers dispuesto a darlo todo por su equipo, pero la reaparición de Carsen Edwards (tras haber recibido un golpe al final de la primera parte) terminó de dar esa variedad ofensiva tan característica del conjunto auri-azul, que les permitió llegar al 81-61 al final del tercer cuarto.
Al inicio del último cuarto fue Pierre junto a Devin Booker y Calathes quién cogió el control del partido pero Johannes Thiemmann y Yovel Zoosman hicieron despertar las alarmas como en encuentros previos, antes de que Booker, con su intensidad en ambos lados de la pista hiciera desesperar al técnico español de los ‘albatros’. A cinco minutos del final, y tras dos puntos más un tapón de Chirst Koumadje, el marcador era de 93-72 para el equipo del lado asiático de İstanbul.
Finalmente y más allá de varios pique fortuito, el Fenerbahçe venció por 101-86 contra un Alba de Berlín que lo intento por todos los métodos pero se quedó por el camino al que si llegó el conjunto visitante para sumar una victoria de honor para cerrar heridas, con Itoudis queriendo cerrar el partido a falta de una posesión completa, Nigel-Hayes queriendo llegar al centenar de puntos (completando así su bestial actuación de 24 puntos con 11 rebotes para 37 de valoración) y Kostas Antetokounmpo poniendo un tapón ilegal para cerrar un partido que ganó el equipo que más jugadores involucrados tuvo, siendo el equipo auri-azul el que realizó esa tarea de mejor