La final turca. Como en 2014, el equipo de Istanbul tenía un rival nacional en la última gran cita de la competición continental. Por aquél entonces, el equipo de Mersin todavía no existía como tal. Tras vencer a Schio y Praga, respectivamente, las dos actuales superpotencias del baloncesto turco se vuelven a ver las caras en una final como en la SuperCopa turca disputada en Ankara el pasado 28 de diciembre. Con la vista puesta en la posibilidad de que también haya final entre los dos equipos, el valor de las jugadoras extranjeras cobra un valor aún mayor a la hora de alzarse con ambos títulos.

El partido comenzó en un ambiente que parecía transportar a los presentes la sensación de poder estar en una cancha turca, con Aleksandra Crvendakic y Olcay Çakir Turgut golpeando de inicio, mientra aparecían jugadoras como Breanna Stewart, Emma Meesseman, Tiffany Hayes, Laura Cornelius o Kayla McBride para dar espectáculo. El conjunto de Istanbul fue mejorando sensaciones a medida que iban pasando los minutos, con Stewart (que también sumó acciones más adicional dignas de guardar) y Meesseman, mientras Courtney Vandersloot o Chelsea Gray fueron dejando destellos de la calidad que poseen. Con Kia Stokes devolviéndole a Elizabeth Williams una pequeña dosis de los tapones que puso en semifinales, con Stewart sumando los mismos puntos que todo el equipo de Mersin junto, un tiro de Gray junto a dos tiros libres de Alperi Onar dejaron un marcador de 29-17 al final del primer cuarto.
El segundo cuarto comenzó con Stewart manteniendo el nivel, anotando tanto desde la larga o media distancia como con tiros libres (un golpe de Jelena Dubljevic en el aire que se señaló correctamente como antideportiva), provocando un parcial de 6-0 para sumar más puntos que todo el equipo dirigido por Roberto Íñiguez (con tan solo 11 minutos disputados en el tramo más abultado con esta situación). Vandersloot, Sinem Atas, Williams y Satou Sabally sumaron anotación en un tramo con descansos varios de Stewart (que acabó la primera parte con 26), con McBride cogiendo el relevo anotador para poner la machada en ataque, complementando el gran trabajo colectivo en defensa. Al descanso, el marcador era de 57-24 tras dos tiros libres de Dubljevic.
Tras la reanudación empezó con Emma Messeman, Laura Cornelius, Elizabeth Williams Kayla McBride y Satou Sabally dando un poco de ritmo al partido, marcado principalmente por el buen nivel defensivo en ambos lados de la pista, dando cierto contrapeso al partido. Chelsea Gray buscó iniciar un intento de remontada, trabajando bien en ambos lados de la pista, pese a que Breanna Stewart apareció para controlarlo un poco, teniendo un abultado margen para poder frenar ese atisbo de remontada épica. Alina Iagupova salió a escena para sumar cinco puntos, cerrando el tercer cuarto con un triple At The Buzzer, que dejaba un marcador de 77-44.
El último cuarto empezó con ambos equipos buscando sumar o restar diferencia en un abultado marcador, con Olcay Çakir Turgut como activo principal y Iagupova o Meesseman sumando con más tranquilidad. A cinco minutos del final, el marcador era de 87-51 tras canasta de Aleksandra Crvendakic.
Finalmente, Fenerbahçe ahuyentó sus demonios y logró sumar su primer título continental a costa de un Çukurova desdibujado al que venció por un abultado 99-60, rompiendo los esquemas de su posible rival en la final de liga y con una Breanna Stewart que se fue hasta los 35 puntos y 36 de valoración en su versión MVP de la final, rompiendo records con la facilidad que solo las superestrellas a su nivel pueden lograr.