Tras una derrota en Manresa y una extraña presencia en la Final 4 servían de anticipo para un partido que debía servir como perspectiva de lo que se podía esperar de un partido raro y en un contexto donde la victoria parecía contradictoria para las objetivos reales de ambos equipos.

El partido empezó con el equipo madridista dominando con comodidad el encuentro gracias a Guerschon Yabusele y Alberto Abalde, que abrieron brecha desde su primer lanzamiento a canasta, controlando dicho tramo con comodidad hasta que Bojan Dubljevic, Chris Jones y James Webb III pusieron un parcial de 8-0 que igualó posturas cuando parecía que los hombres entrenados por Chus Mateo podían abrir brecha. Los triples de Webb III y, sobretodo, Mario Hezonja dejaron un marcador de 15-20 al final de la primera parte.
Al inicio del segundo cuarto fueron Jonah Radebaugh y Josep Puerto los primeros en intentar cambiar la dinámica del equipo valenciano, pero Walter Tavares comenzó a ser clave a la hora de determinar el juego interior pero Jones en ataque y Radebaugh en defensa (con Lucas Marí como relevo al respecto) trataron de compensar el buen papel del interior caboverdiano del equipo capitalino junto a un Hezonja en estado de gracia. Tanto Jaime Pradilla como Dubljevic trataron de mantener la calma, pero el marcador al descanso fue de 35-39 tras un tiro libre de Jasiel Rivero.
Tras la reanudación, Jaime Pradilla y James Webb III empezaron apretando para cambiar las tornas en el marcador, que pese a los esfuerzos de Guerschon Yabusele o Fabien Causeur, mantenían igualado el encuentro en momentos clave, pero el cambio de ritmo terminó ampliando la diferencia pese a que Chris Jones anotó el 53-60 al final del tercer cuarto.
Al inicio del último cuarto, Walter Tavares y Causeur mantuvieron la buena dinámica, logrando marcar diferencias tras un triple de Josep Puerto. Tras un tiempo muerto de Álex Mumbrú, tanto Jonah Radebaugh y Webb III trataron de contrarrestar el acierto de Mario Hezonja y Yabusele terminó dejando un marcador de 61-70 a cinco minutos para cerrar el partido.
Finalmente, pese al espectáculo y el nivel físico que se vio en ambas partes de la pista, el marcador quedó en un 68-79 favorable al Real Madrid contra un Valencia Basket que sigue pendiente de una posible clasificación para las eliminatorias por el título tras un penúltimo partido de temporada regular como local muy tosco y que se cerró con merecidos pitos.