Jornada clave para el contexto que se produjo en la derrota del anterior partido, generando una sensacion de desapego tras la derrota con Partizan en un momento clave de la temporada para poder jugar en la parte clave del curso baloncestístico.

El partido tuvo un inicio igualado pese al dominio del conjunto italiano durante tras el salto entre dos gracias a su juego coral, con Isaïa Cordinier como referencia junto a Tornike Shengelia mientras Chris Jones y Brandon Davies hacían un gran papel, dando pie a que tanto Damien Inglis como el renacido Kasssius Robertson se unieran al espectáculo para dar cambiar la dinámica pese a las apariciones de Iffe Lundberg. Un mate de Jaime Pradilla at the buzzer dejaba un marcador de 26-21 al final del primer cuarto.

Al inicio del segundo cuarto fue Lundberg, quien dirigió el ritmo de juego pese a los esfuerzos de Boubacar Toure por compensarlo, pero Daniel Hackett tambien estaba siendo clave junto con Devontae Cacok y Alessandro Pajola como escuderos, mientras Martin Hermannsson o Xabi López-Arostegui trataban de frenar tambien el golpe. Al descanso, tras las aportaciones de Cordinier y Dunston, el marcador era de 37-47.

Tras la reanudación, fueron Stefan Jovic y Brandon Davies los que dieron alas al conjunto dirigido por Álex Mumbrú, pero Isaïa Cordinier y Marco Bellineli recuperaron la ventaja, en un partido frenético donde Kassius Robertson seguía sumando en un contexto de dientes rotos sin querer (Damien Inglis a un Alessandro Pajola que abandonó incluso el banquillo minutos después del golpe) con una clase magistral de presión 2×1 a media pista, con Xabi López-Arostegui y Jovic dando sus sesiones particulares en ataque, pese a los esfuerzos de Achille Polonara o Devontae Cacok, para dejar un marcador de 60-54 al final del tercer cuarto.

Al inicio del último cuarto, era Tornike Shengelia quería hacer bueno aquello de que ‘no hay peor cuña que la de la propia madera’ como en la primera parte, pero el ex-cantero taronja volvió a sufrir la gran estrategia para defender el aro propio que, una vez más, era la mejor noticia del dia para el conjunto valenciano, con Cacok manteniendo el ritmo en favor del cuadro dirigido por Luca Banchi 63-64 cuando quedaban menos de cinco minutos para cerrar el encuentro.

Martin Hermannsson y Davies dieron alas a la férrea defensa de la canasta propia, convirtiendo sus oportunidades al otro lado de la pista, para elevar la ventaja en el momento clave del partido, pese a que Bellineli quería seguir creyendo un poco más, cuando incluso Pam se unió al ‘Tokodrama’ tras un tiempo muerto del equipo italiano, donde la mascota local se quedó más tiempo del que le tocaba, retando desde su atuendo al georgiano. Con Jovic siendo clave incluso en defensa, con gritos de ‘MVP, MVP’ a Robertson (en un estado de celebración absoluta en los minutos finales) y con Chris Jones rematando la faena, el marcador tras otra pausa visitante, con López-Arostegui anotando at the buzzer el 79-71 definitivo para Valencia Basket frente a una intensa Virtus Bologna. La celebración había vuelto a las gradas con un buen motivo.